| 29 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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La portavoz del grupo parlamentario socialista, Rebeca Torró.
La portavoz del grupo parlamentario socialista, Rebeca Torró.

El guiño de Mazón a la socialista Torró

| Josep María Felip Edición Valencia

Es la nueva norma del PSPV-PSOE en las Cortes Valencianas: si no pueden rebatir tus argumentos te llaman machista. Viene esto a cuento del aserto que la portavoz socialista, Rebeca Torró, dedico al Presidente del Consell, Carlos Mazón. Le había preguntado que políticas pensaba revertir tras cumplir 100 días al frente del Consell. Como no obtuvo lo que esperaba oír, sacó el enfado acusándole de “machista, por haberle guiñado el ojo en la sesión anterior”.

La pregunta era importante y la respuesta más aún. En 100 días se percibe un Consell unido  en torno a una política de corrección de errores y pufos heredados de sus ocho años de desgobierno de El Botànic. Se han detectado y corregido gastos superfluos en asesores y cargos públicos, una estructura administrativa sobredimensionada, partidas sin crédito presupuesto, facturas por pagar en los cajones, inversiones y obras por ejecutar, y, lo que es mas importante: falta de una política reivindicativa frente al Gobierno de Madrid en materia hídrica, financiación autonómica, despliegue instancias judiciales en el territorio, transporte de cercanías-Renfe, políticas activas de empleo y un largo etc. 

Y a la señora Torró le dio la rabieta. No le gusta que el onírico “mundo feliz” de El Botànic se ponga en duda. No le gusta que no aparezcan las fisuras deseadas en el Consell entre PPCV y Vox como en su día eran a diario entre el PSPV-Compromís-Podem. Todo lo contrario: si Mazón ha conseguido exportar al PP Nacional desde el PP de La Comunitat es, que la política de un liberal basada en el respeto y la tolerancia  con visiones distintas a cambio de lealtad a un programa común de Gobierno hace posible la cohesión de populares y voxistas en el Consell.

Y fue a por lana y salió trasquilada, por lo que la señora Torró terminó su segundo turno centrando su intervención en acusar de machista al señor Mazón “por haberle guiñado el ojo”. La guía Google define al emoji que todos utilizamos de “cara guiñando el ojo” como “complicidad, broma o sensación de optimismo. Suele utilizarse con personas de confianza, porque dependiendo del tono de la conversación puede adquirir diferentes significados”.

En la anterior intervención de Mazón, a la que se refirió Torró, el Presidente del Consell  le insto a “aparcar los insultos” a los que tiene afición dedicarle la portavoz del PSPV, a buscar puntos de consenso para abordar los problemas que afectan a la Comunidad Valenciana, gobierne quien gobierne en Madrid, y, que sepamos, ambos son diputados de unas Cortes Valencianas. Una invitación gestual, un guiño, de complicidad para trabajar sin crispación y con optimismo.

Era común en las consultas clínicas de Sigmund Freud en la Viena de los años 20 del siglo pasado escuchar en el diván a las pacientes sus ensoñaciones oníricas por deseos no satisfechos. Seguramente ese sea el problema de Torró. Todo un esperpento que la política valenciana no se merece