| 27 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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Menores sin protección: el caso de los ´bous al carrer´ en Puçol

Nos han demostrado todos los partidos, independientemente del color político, que la protección y el respeto hacia los otros animales no les importa

| Raquel Aguilar Edición Valencia

Ha vuelto a ocurrir.

Un menor de edad, en este caso de 12 años, herido grave cuando participaba en los “bous al carrer”, en Puçol.

Una nueva prueba del incumplimiento sistemático de la ley de protección de la infancia y adolescencia de la Generalitat Valenciana, que en el artículo 70, en su apartado 1 indica: “Las personas menores de edad no podrán participar ni asistir a competiciones deportivas o espectáculos cuyo reglamento contemple la producción de daños físicos o psíquicos sobre personas o animales o puedan implicar riesgos para la salud o seguridad del menor.

No cabe duda alguna que los “bous al carrer” son un espectáculo en que se maltratan física y psicológicamente a los toros, vacas y becerros obligados a participar en ellos. No hay más que ponerse en la piel del animal para saberlo. No obstante, dado que no todo el mundo es capaz de realizar este ejercicio de empatía, hay evidencias científicas plasmadas en informes veterinarios que lo confirman.

Así que ninguna persona de menos de 18 años debería ni participar, ni visionar estos actos, para preservar su integridad física y psíquica, tal como indica la ley que, por cierto, incorpora la recomendación del Comité de los Derechos del Niño “para prevenir los efectos nocivos para los niños de espectáculo de los toros, el Comité recomienda que el Estado parte prohíba la participación de los niños menores de 18 años como toreros y como público en espectáculos de tauromaquia”.

Así que, no importa lo que el reglamento de “bous al carrer” indique, que es donde se está poniendo el foco mediático estos días (el reglamento impide participar a menores de 16 años) y que en este y otros casos ha quedado demostrado que se incumple. La ley de protección de la infancia y adolescencia es una ley de rango superior y además posterior, que prevalece sobre cualquier reglamento.

La pregunta que desde la aprobación de esta ley no dejo de hacerme, es ¿por qué nadie se preocupa  ni ocupa de su cumplimiento?

¿Por qué a quienes nos gobiernan les encanta hacerse una foto, llenándose la boca de lo importante que es proteger a los niños y niñas, el día que aprueben la ley, y a partir del día siguiente este asunto les trae ya sin cuidado?

Del mismo modo que se muestran totalmente indiferentes ante la participación de menores en actos de las escuelas de tauromaquia, que en algún caso se ha saldado con el aprendiz de torero menor de edad en el hospital.

Nos han demostrado todos los partidos, independientemente del color político, que la protección y el respeto hacia los otros animales no les importa. Si acaso, como elemento propagandístico de promesas electorales que quedan en papel mojado.

Con la infancia ¿hasta cuándo van a seguir ignorando las recomendaciones de los expertos que instan a alejarla de la violencia? ¿Hasta cuándo van a seguir permitiendo el incumplimiento sistemático de la ley que debe proteger a los menores?

Mucho me temo que la nueva consellera de Igualdad y Políticas Inclusivas, Aitana Más, seguirá ignorando esta cuestión y se mostrará indiferente ante la vulneración de los derechos de los niños y niñas de la Comunitat.

Ojalá tenga que tragarme mis propias palabras.

Sería un importante, y muy necesario, avance social.