Compromís vuelve a la fiesta con conga de Baldoví para olvidar a Oltra y Mollà

Como cambian las fiestas en Compromís en sólo cuatro meses. Del 18 de junio a estar todos bailando con Mónica Oltra tras su imputación, en una imagen que supuso hasta la desaprobación del presidente Ximo Puig y el asombro general, a bailar la conga como si Oltra nunca hubiera existido el 30 de octubre.

Sólo han pasado cuatro meses y algo, pero la coalición nacionalista sin embargo ha cambiado mucho: ya no está la que fuera su candidata, icono y vicepresidenta de la Generalitat, Mónica Oltra, ni tampoco otra de las figuras que impulsaron Compromís en sus inicios, Mireia Mollà, destituida justo la semana de esta nueva fiesta. Pero para la coalición nacionalista de izquierdas esto no ha sido problema para tomarse unos cubatas y bailar al son del nuevo liderazgo con el que han ungido a Joan Baldoví.

A rey muerto, rey puesto. En la fiesta de El Puig ya nadie se acuerda de Mónica Oltra ni de Mireia Mollà, cuyos nombres ni fueron pronunciados, aunque fuera para respaldar a la primera, e incluso se lanzaron mensajes con indirecta hacia la segunda, dejando claro que el proyecto está por encima de las personas -la acusación de “personalismo” fue esgrimida por Aitana Mas para fulminar a Mollà-.

Entre litros de alcohol, cuatribarradas y jóvenes bailando twerking, Compromís ha cerrado filas en torno al diputado en el Congreso, Joan Baldoví, como futuro candidato, con presencia incluso en el acto de Isaura Navarro, la nueva consellera de Agricultura en sustitución de Mireia Mollà y que se considera cercana a Mónica Oltra y Aitana Mas. Hasta Íñigo Errejón se acercó a la fiesta para bendecir desde Madrid a Baldoví -curioso que un partido madrileño dé su visto bueno a un candidato que se dice nacionalista-.

Por cierto, la nueva fiesta de Compromís no ha gustado a todos por igual. Mientras unos bailaban, otros tuiteaban. “¿Cuándo dejamos de ser un partido político y nos convertimos en una fiesta de fin de curso de instituto?”, afirmaba un destacado militante de la corriente soberanista. “Compromís es un guateque vacío de idelogía”, contestaba otro militante.