| 27 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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Carlos Mazón durante un pleno del Consell.
Carlos Mazón durante un pleno del Consell.

Mazón, una forma diferente de gobernar

El gobierno valenciano saca buena nota en su primer semestre de legislatura. El brutal incendio de Campanar ha puesto a prueba la gestión y coordinación.

| Josep María Felip Edición Valencia

“Por primera vez en mucho tiempo”. El presidente de la Asociación Valenciana de Empresarios, Vicente Boluda, sentenciaba así el miércoles pasado al dar un aprobado al Consell presidido por Carlos Mazón mientras suspendía al Gobierno de España presidido por Pedro Sánchez, en la gestión de los asuntos políticos e institucionales. Era la nota dada por la Asamblea General de AVE que tanto en los años pasados como en este exigía y exige estabilidad política e institucional para la buena marcha de los negocios. En años, el Botànic de Ximo Puig suspendía y ahora el Consell de Carlos Mazón aprueba en la puntuación dada por el “patriciado” de la Comunitat.

En su discurso ante la Asamblea General, Carlos Mazón atribuía el aprobado a la receta valenciana del equilibrio y la sensatez” … y "a defender con vigor y firmeza aquello que corresponde a La Comunitat, siempre con el dialogo y la búsqueda de acuerdos”. Efectivamente, ha logrado hacer funcionar un Consell de Unidad en torno a los “50 Puntos” del acuerdo de Legislatura PP-Vox; y también “hacer amigos” como fue el pasado jueves en les Corts con Muñoz y Baldoví donde parecía imposible. Alcanzó acuerdos con la sucursal valenciana del PSOE, el PSPV, y la coalición valencianista de izquierdas de Compromís. Una situación distinta de aquella “caja de grillos” que fue el Botànic.

El presidente Carlos Mazón ha conseguido integrar en el Consell las “cuatro sensibilidades” de una derecha regional valenciana escindida en 2019 entre el PP y Vox. Entendimiento entre las sensibilidades, Liberal de Ruth Merino, Centroderecha de Susana Camarero, Democristiana de Elisa Núñez, y Ultraconservadora de Vicente Barrera. Una unidad capaz de gestionar eficazmente el programa de gobierno sin salirse de los límites de los “50 Puntos”, afrontar situaciones de crisis como la del incendio de Campanar, o afrontar con paciencia los ecos valencianos del paranoico embate madrileño de Abascal contra Feijóo.

La opinión de terceros avala la nota de AVE. Una, la de los afectados en Londres y en Milán por “infiernos” similares a los desatados en Campanar hace una semana. Otra, la que se desprende del “Estudio Sociológico de opinión pública de la Comunidad Valenciana” publicado también hace una semana por la Presidencia de La Generalitat. Respecto a la primera, la dada a los medios por Hamid Al Jarafi, víctima del edificio Grenfell de Londres: “Estuvimos muy perdidos, y siete años después de la tragedia todavía seguimos a la espera de respuestas en muchos aspectos”; o la de Mirko Berti, víctima de Torre del Moro de Milán: “En la Comunidad Valenciana la respuesta de la ciudad, de la región y de las instituciones ha sido muy buena; en Italia no tuvimos esta respuesta”. Y la respuesta que no se dio ni en Londres ni en Milán ha llegado aquí en menos de una semana de la mano del Consell y del Ayuntamiento de Valencia: unidad de mando y de coordinación  entre Carlos Mazón y María José Catalá.

Y en lo que respecta al Estudio Demoscópico de 15 de diciembre e 2023, fecha de finalización del trabajo de campo, el resumen es concluyente: los valencianos respaldan en más del 75% las decisiones tomadas por Consell de Carlos Mazón y el 51'5% aprueba su gestión al frente de la Generalitat. Por contra, una tercera parte de los encuestados, concretamente el 38'16% lo suspende. Un balance altamente positivo, en una relación cercana de 2 a 1.

El indicador clave de la gestión

Pero hay un indicador en el Estudio que suele pasar desapercibido y que no deja de ser importante para evaluar el impacto político de una buena gestión. Se trata de la “afinidad política”, donde se pregunta a los encuestados por su identificación o apoyo a un grupo político en función de valores o interese compartidos. Es una variable “proxy” a otras variables de estudios preelectorales. Y en este caso, el resultado comparado con el de las elecciones a Les Corts del pasado mes 25 de mayo es también concluyente: se produce una recomposición del voto de la derecha valenciana, escindida entre el PPCV y Vox, igualando la suma de ambos al conseguido por Francisco Camps con el PPCV en 2011: 50,8% frente al 50,7%.

 

Comparación 25D con 25M

Respuestas válidas “afinidad” y votos válidos elecciones autonómicas

 

Partidos

15D (%)

25M (%)

+/- %

PPCV

38,76

35,30

+3,46

PSPV

25,76

28,34

-2,58

Compromís

12,86

14,3

-1,44

Vox

12,05

12,41

-0,36

Podemos

3,14

3,52

-0,38

IU-EUPV-Sumar

3,03

-

+3,03

Ciudadanos

1,9

1,48

+0,43

Otros

1,23

1,51

-0,38

 

En cinco meses, el PPCV presidido por Carlos Mazón es el único que aumenta en peso relativo respecto al resto de partidos que disminuyen; destaca la fuerte caída del PSPV y la” quiebra” del espacio a la izquierda del PSOE. Se mantiene la actual composición de cuatro partidos en Les Corts, siendo la división de la izquierda -Podemos y Sumar- la causa de quedar como extraparlamentarios al no “saltar” la barrera del 5%.

Si estudiamos las respuestas validas dadas a la “afinidad política” con la fórmula electoral de la LOREG (Ley d’Hont) como ejercicio “proxy”, el resultado en escaños sería el siguiente:

 

Comparación Escaños

 

Partidos

15D (%)

25M (%)

+/- %

PPCV

44

40

+ 4

PSPV

28

31

-  3

Comp.

14

15

-  1

Vox

13

13

-

Total

99

99

-

 

El PPCV aumentaría su peso en cuatro escaños respecto a una perdida significativa del PSPV en tres y Compromís en uno. Pero lo relevante de la situación después de seis meses de las elecciones a Les Corts es, que entonces la relación entre el PP y los restos del Botànic -PSPV y Compromís- era de 40 a 46 y ahora es de 44 a 42. Entonces Carlos Mazón necesitó los escaños de Vox para gobernar; ahora, de ser así, solo necesitaría su abstención gobernando en solitario en segunda vuelta. Pero un buen liberal mantiene sus pactos -“pacta sunt servanda”- ; en este caso de Legislatura con Vox, tal como lo hizo en Alicante como presidente de la Diputación con Ciudadanos.  Una forma diferente de gobernar; el tiempo dirá.