| 25 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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Ámbitos en Secundaria: una imposición injusta

Los ámbitos de por sí, no son malos, lo terrible es imponer una forma de trabajar o de aprender y no tener posibilidad de trabajar de otra.

| José Seco * Edición Valencia

La Conselleria de Educación decidió implantar la metodología de ámbitos en primero de la ESO en el curso 20/21. Era un curso difícil, un curso complejo, un curso que retomaba la presencialidad en los centros educativos, después de un confinamiento.

Seguía la pandemia y había que trabajar juntos para ayudar a nuestro alumnado, nadie podía quedarse atrás. Planteado así, todos los docentes entendimos que era una situación excepcional y los sindicatos apoyamos esa medida para ese curso escolar.

El curso 21/22 se impuso por parte de la Conselleria los ámbitos en primero de la ESO y optativo en segundo.  CSIF exigió que fuera una metodología o forma de organización optativa en primero y segundo.

 Las razones son sencillas, cada centro educativo, cada grupo clase y cada alumno/a y docente somos diferentes y tenemos realidades diversas. Por ello, imponer una forma de "alicatar" el trabajo de los docentes, nunca puede responder a la diversidad y las diferencias, al no poder modular nuestra práctica pedagógica a esa realidad que vemos en las aulas.

Los ámbitos de por sí, no son malos, lo terrible es imponer una forma de trabajar o de aprender y no tener posibilidad de trabajar de otra.

Una sociedad líquida genera situaciones cambiantes y exige de un trabajo "quirúrgico" por parte del docente para detectar e implementar la mejor forma de motivar, animar, acompañar y reconocer el aprendizaje de nuestro alumnado, cosa imposible con una única forma de enseñar. La estandarización nunca puede funcionar en la educación, al tratar con personas y no con piezas de una fábrica.

Las políticas de "café para todos" no pueden funcionar ni para alumnado ni para docentes ni centros. Los centros de esta forma no pueden ejercer su autonomía, al igual que los docentes, obligados a trabajar por ámbitos, hace que se "desfigure" nuestra especialidad, en "pro" de una supuesta mejora, cosa poco cierta, dado que lo impuesto, difícilmente se hace propio y motiva. Un docente cada vez con más responsabilidades impropias en su trabajo, sobrecarga burocrática, etc, ahora, además está obligado injustamente a enseñar en una única forma.

CSIF considera inaceptable imponer, por la Conselleria, una forma de trabajar a docentes cualificados. Resulta triste tener que recordar que imponer frente a convencer, nunca, nunca, nunca es una buena medida y menos en educación.

En definitiva, CSIF defiende poder elegir por parte del docente, departamentos y centros sus propias metodologías y prácticas pedagógicas, con el único objetivo fijado en que sean las mejores herramientas para nuestros alumnos y alumnas.

*Presidente de CSIF Educación Comunidad Valenciana.