El doble perfil de Oltra en materia de indultos: Institucional vs Activista

Anunciar que la vicepresidenta de la Generalitat, Mónica Oltra, defiende los indultos a los independentistas condenados por el ‘procés’ carecería de sentido informativo. No es ningún secreto que la representante de Compromís respalda a los políticos catalanes acusados de sedición y malversación de caudales públicos para lograr la fallida declaración unilateral de independencia. Tampoco es algo que se haya podido deducir -aunque también- por liderar a una organización nacionalista con aliados estratégicos en la vertiente independentista de Cataluña. La propia Oltra se ha encargado de dejar claro públicamente su apuesta por la liberación de los líderes secesionistas encarcelados por los magistrados del Tribunal Supremo. El mismo órgano judicial que recientemente advirtió al Gobierno de que la medida de gracia sería una “solución inaceptable” al no darse  ninguna de las tres razones que prevé la ley -justicia, equidad y utilidad pública- para la concesión de un indulto.

Lo curioso aquí es analizar las modificaciones que sufre el discurso de Oltra en función del contexto en el que se ubica y el papel que representa. A principios de este mes, en una entrevista concedida a TV3, defendió tanto la liberación de los políticos encarcelados como la reforma del Código Penal para eliminar el delito de sedición y "todo lo que sirva para volver al diálogo" con Cataluña. También sostuvo que el "pecado original" del movimiento independentista fue que el PP llevara al Tribunal Constitucional el Estatuto. Una decisión que, a su juicio, no se tenía que haber producido, como defendieron "grandes constitucionalistas" en España cuando era un estatuto refrendado por las Cortes y el Parlamento.  Pocos días antes, en RNE también se mostraba partidaria de encontrar soluciones políticas a conflictos políticos mediante cualquier vía para “desencallar una dialéctica que se debe solucionar”.

Precisamente, de dialéctica va la cosa en este conflicto. Mientras los medios de comunicación le sirven de altavoz para defender su discurso, en el parlamento valenciano no se muestra tan contundente en la defensa de sus convicciones ideológicas. Cierto es que forma parte de un Gobierno, pero entonces se abren dos posibilidades muy dispares: que la ideología venga condicionada por sus socios o que su posición institucional le impida defender lo que considera justo. 

Prueba de ello es el escrito remitido por el diputado Jesús Salmerón a la mesa de Les Corts, un día después de su entrevista en TV3, para conocer el posicionamiento de la consellera de Iguadad y Políticas inclusivas. En su respuesta, Mónica Oltra recuerda que ni el Gobierno valenciano ni ella misma tienen competencias en la gestión de los indultos, trasladando la potestad al Gobierno de España, aunque ello no le impide incidir en el diálogo como solución. “Tanto el diálogo como las negociaciones políticas de los conflictos tienen que ser las prácticas que las sociedades democráticas y evolucionadas utilicen para resolverlos”, manifiesta en el documento.

Así, continúa explicando que la palabra debe ser la herramienta para superar situaciones de “taponamiento” provocadas por “judicializaciones intencionadas” de normas como el Estatuto de Cataluña. En definitiva, un texto con una dialéctica muy moderada y algo alejada de sus intervenciones públicas  que venían caracterizadas por defender con ímpetu esta medida de gracia.