| 01 de Mayo de 2024 Director Benjamín López

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Kiara, vivía en la urbanización Montesol, en l'Eliana.
Kiara, vivía en la urbanización Montesol, en l'Eliana.

Psicópatas

El cuarto día Kiara apareció, moribundo. Lo llevaron de inmediato a su clínica veterinaria, pero no pudieron hacer ya nada por su vida.

| Raquel Aguilar Edición Valencia

Este precioso gato de la imagen era Kiara. Vivió en la calle hasta que Kevin y Sofía lo rescataron y lo llevaron a su casa, donde pasó a formar parte de su familia, junto a otros animales adoptados.

Kiara destacaba por ser muy noble y especialmente cariñoso. A Kiara le gustaba salir a dar paseos y tomar el sol en la parcela que sus humanos tenían junto a su casa, en la urbanización Montesol, de l’Eliana.

Pero un día, Kiara no volvió a casa, como era habitual. Kevin y Sofía salieron a buscarlo sin tener suerte. Quisieron engañarse y pensar que había decidido quedarse fuera y que al día siguiente, cuando despertasen, estaría de nuevo en casa, pero un nudo en el estómago presagiaba que algo no iba bien.

A la mañana siguiente Kiara no había vuelto. Reanudaron la búsqueda. Estaban desesperados. No respondía a las llamadas...parecía que se lo hubiese tragado la tierra. Tres días, con sus correspondientes noches duró la angustia que genera la incertidumbre.

El cuarto día Kiara apareció, moribundo. Lo llevaron de inmediato a su clínica veterinaria, pero no pudieron hacer ya nada por su vida. Todo apuntaba a que había sido envenenado.

Desgraciadamente, Kiara no ha sido la única víctima. Hay constancia que otros gatos en la zona, también han muerto de esta forma tan terrible, envenenados. El caso ya está denunciado ante las autoridades y esperemos que el criminal que ha ocasionado tanto dolor a Kiara y su familia se siente delante de un juez.

Porque, aunque algunos todavía no lo sepan, matar gatos es un delito. Y utilizar veneno para matar gatos, es otro hecho criminal, que además puede tener consecuencias ambientales y sociales muy graves, como la muerte de especies consideradas amenazadas (es una de las mayores amenazas para nuestra biodiversidad, según https://www.venenono.org/) o incluso de niños.

Convivimos con psicópatas, que se creen superiores al resto, se atribuyen el derecho de imponer su propia ley, acabando con aquello que les molesta, sin mostrar un atisbo de empatía ante el sufrimiento de los demás, como el de Kiara y su familia, que ha quedado rota por el dolor.

Hoy Kiara es protagonista de este artículo de opinión pero, ¿qué pasaría si en lugar de Kiara hubiese muerto un niño envenenado? El caso sería portada en todos los periódicos. Sin embargo, el veneno y el psicópata, siguen siendo los mismos.

Así que, como sociedad, no podemos dejar pasar conductas como estas, porque son un perjuicio para todos, animales y personas. Por ello, te pido que prestes atención y ante cualquier conducta sospechosa, contactes con las autoridades.

Detengamos a estos psicópatas, que tanto daño provocan y que son una verdadera amenaza para el conjunto de la sociedad.

DEP Kiara.