| 26 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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Un retrato de la exalcaldesa de Valencia Rita Barberá en la 26 Intermunicipal del PP, a 4 de febrero de 2023, en Valencia
Un retrato de la exalcaldesa de Valencia Rita Barberá en la 26 Intermunicipal del PP, a 4 de febrero de 2023, en Valencia

Dieciséis de julio y Rita Barberá

La Virgen del Carmen, la marinera, resulta muy significativa en su biografía más privada. Un día como hoy nacía -cumpliría 75-; y Carmen se llamaba su madre y se llaman su hermana y sobrina.

Es muy conocida la devoción de Rita Barberá por la Mare de Déu dels Desemparats -la Geperudeta- y la emoción que le producía escuchar su himno (hay una versión preciosa de Ainhoa Arteta que la Alcaldesa no llegó a conocer). Pero la Virgen del Carmen, la marinera, resulta muy significativa en su biografía más privada. Un día como hoy nacía -cumpliría setenta y cinco-; y Carmen se llamaba su madre y se llaman su hermana y una sobrina. De ahí mi atrevimiento con esta nota personal, casi íntima, movida por el agradecimiento a la sensibilidad de su sucesora natural, María José Catalá, del reconocimiento -en las fechas de su aniversario- de su figura y de su legado, mediante el nombramiento de Alcaldesa de Honor, y la redenominación de “su” puente, el Puente de las Flores. Rita Barberá.

Honor a quién honor merece. Y en este caso, va por ambas.

Más allá del simbolismo de la medida de orden protocolario -que no es menor-, este doble reconocimiento, anunciado y solicitado sin éxito desde la oposición, explicitado durante la campaña electoral, e inmediatamente cumplido (“cumplimos” puede decir con orgullo el actual equipo de gobierno), tiene que ver con un modelo de ciudad. Y de convivencia.

Con la firme voluntad de esa segunda transformación de Valencia –“con ojos de mujer”- a la que aludió nuestra primera edil en su toma de posesión. Personalmente, y en mi modestia, estaré muy atento.

Fui testigo privilegiado de la evolución urbana del cap i casal durante los seis mandatos de Rita Barberá, de la conquista de “un lugar en el mapa”, y de la difusión y prestigio de la marca Valencia -en lo cultural y en lo empresarial- sin renuncia alguna de españolidad. He tenido noticia directa (y desde ambas partes) de sus reuniones con Rafael Moneo, César Portela o Norman Foster, acerca de la Almoina, la Estación Central y el Palacio de Congresos. Acompañé en sus visitas a ilustres colegas de la arquitectura y el urbanismo como Paul Andreu, Paolo Riani, Chema Lapuerta y tantos más, a cuyas reflexiones siempre se mantuvo atenta. Presidió el Jurado del Foredeck de la América`s Cup, al que concurrí para ser limpiamente batido por el hoy premio Pritzker David Chipperfield. También presidió el del Parque Central; esta vez no concursé y se me invitó a unirme al sanedrín. Zaha Hadid, Richard Rogers, Alejandro Zahera … y otros autores de postín entre los candidatos. Contra todo pronóstico nos cautivó Kathryn Gustafson. Ahí está su primera fase, urgen las siguientes. Pero los ejemplos se multiplican.

Y tuve el honor de dirigir el equipo autor del complejo Plan Especial de la Marina Juan Carlos I, aprobado en tiempo récord y vigente en la actualidad. Su seguimiento del trabajo fue exquisito, con los objetivos bien marcados, sin inmiscuirse en su desarrollo.

Desde el Observatorio para la Cultura Urbana que lleva su nombre, estudiamos ese legado, fundamentalmente el realizado. Urbanismo, parques y jardines, patrimonio histórico y cultura, equipamientos, vivienda, etc. hasta configurar el mapa de la Valencia de Rita Barberá. Nada nos complace más que este reconocimiento, en consecuencia.

Y me permitiré una confidencia que es un secreto a voces: el diseño del puente de las flores, la idea proyectual, fue de la propia alcaldesa, y un exquisito trabajo de un profesional de prestigio como es Manuel Biedma materializó un tablero plano y apoyado con naturalidad que viene a ser una enmienda a la totalidad a la monumentalidad de los puentes de Santiago Calatrava. (A quien no es justo olvidar en el palmarés; la Ciudad de las Artes y las Ciencias es visita obligada de turistas, viajeros y expertos).

No me arrogo representación alguna, pero creo que somos muchos quienes celebramos este gesto que creo más que un gesto. Un augurio.