| 27 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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Los puntos violeta para prevenir agresiones sexuales

Acosar no es ligar. No se toleran actitudes sexistas, acoso, agresiones o insultos. Reivindica tu espacio, muévete con libertad y seguridad. No seas cómplice, no mires hacia otro lado

| Eva García Lara * Edición Valencia

El violeta es sin duda el color del feminismo, el de la igualdad de derechos entre mujeres y hombres, y así lo cuenta en su libro “Feminismos para principiantes” Nuria Varela. Relata que se adoptó en honor a las 146 mujeres que murieron en la fábrica textil Cotton de Nueva York en 1911. El empresario prendió fuego a la fábrica, ante la huelga de las mujeres, con todas ellas dentro. La leyenda relata que las telas sobre las que estaban trabajando las obreras eran de color violeta. Las más poéticas aseguran que era el humo que salía de la fábrica y se podía ver a kilómetros era de ese color.
Lazos violetas, gafas violetas y ahora los puntos violetas que han proliferado por toda España como reacción de la sociedad ante el aumento de agresiones sexuales. Todo tiene un significado y un origen.

No nos cansamos cuando afirmamos que la violencia machista está evolucionando en sus “modus operando” (miren sus estadísticas) mientras que el poder legislativo permanece impasible, parado, estancado en normas que necesitan un avance en todo su contexto. Nuevas formas de lucha y reforma del código penal. No lo decimos nosotros, lo dicen sobre todo los familiares de las víctimas y las personas que sufren constantemente estas atrocidades.
Los puntos violeta son espacios seguros donde pueden acudir las mujeres durante las fiestas. Su objetivo es informar, prevenir y atender posibles casos de agresiones sexuales y agresiones sexistas, machistas, también en muchos casos contra la LGTBIfóbia, que se dan con mayor frecuencia en zonas de ocio, fiestas patronales, durante la noche, aprovechando las grandes aglomeraciones de personas, de aquellos que juegan a cazar presas y que bien alardean de un sistema judicial permisivo, obsoleto, e ineficaz que hace salir de las prisiones a energúmenos con cerebros del paleolítico que juegan a burlarse de todos nosotros.
La sociedad reacciona con su creación para tener unas fiestas libres de violencias machistas. Los stands fijos están formados por voluntarios y voluntarias con formación especializada en la materia y que cuentan con protocolos de actuación. Que realizan rondas para prevenir e informar como patrullas feministas, portando brazaletes morados, camisetas con lemas muy significativos para ser fácilmente identificados en caso de solicitar ayuda la víctima o testigo. Como soporte de esta iniciativa se encuentran algunos Ayuntamientos y las asociaciones feministas.
Abanderan que contra la violencia machista recurras siempre al punto violeta; No existen excusas, el alcohol, todo tipo de drogas (que recordemos que anulan la voluntad en muchísimos casos) las aglomeraciones que ayudan -al despiste- para hacer el mal. Acosar no es ligar; No se toleran actitudes sexistas, acoso, agresiones, insultos; Reivindica tu espacio, muévete con libertad y seguridad; No seas cómplice, no mires hacia otro lado; Solo si es si; Si sufres o presencias una agresión busca ayuda; No es no y punto; Si hay buen trato, hay buen rollo
En definitiva, contra la violencia machista, conciencia feminista.
Una duda existencial que he recogido de las redes sociales que me ha llamado mucho la atención ¿Por qué un punto violeta y no ir directamente a la Policía o es que los machistas y acosadores requieren una respuesta morada y no el peso de la ley?
La respuesta de una internauta es que estos puntos son de reciente creación, están en festivales y fiestas populares donde se concentran multitudes para ayudar, asesorar y acompañar a las posibles víctimas, independientemente de que se formule una denuncia como consecuencia del creciente brote de acoso y violaciones en grupo.
En mi opinión, hay una carencia total de medios y efectivos policiales, con formación especializada, para que su actuación sea real y efectiva en conjunto con el poder judicial. Todo ladrillo hace pared, pero faltan todavía muchos ladrillos.

*Grupo EmeDDona.