| 29 de Abril de 2024 Director Benjamín López

× Portada España Investigación Opinión Medios Chismógrafo Andalucía Castilla y León Castilla-La Mancha C. Valenciana Economía Deportes Motor Sostenibilidad Estilo esTendencia Salud ESdiario TV Viajar Mundo Suscribirse
El presidente Carlos Mazón con la consellera Ruth Merino, en las Cortes poco después de la reunión mantenida con la sindica socialista, Rebeca Torró
El presidente Carlos Mazón con la consellera Ruth Merino, en las Cortes poco después de la reunión mantenida con la sindica socialista, Rebeca Torró

El golpe de diálogo de Mazón retrata la intransigencia de la oposición

La negativa sistemática de PSOE y Compromís a alcanzar acuerdos protege al presidente ante futuras ofensivas.

| Sonia García Edición Valencia

Celebradas las reuniones de la ronda de contactos de los partidos con el presidente para forjar un pacto transversal por la agenda valenciana, a la vista está la habilidosa estrategia de Carlos Mazón que deja en evidencia la hipocresía de la oposición. La de Compromís por el indecoroso gesto de plantar al jefe del Ejecutivo valenciano aludiendo tres excusas infundadas y la del PSOE por anteponer el cordón sanitario al diálogo al que tantas ocasiones apelaba. 

El presidente de la Generalitat Valenciana había emplazado a todos los grupos parlamentarios a reunirse para dejar a un lado las desavenencias que generan un elevado clima de tensión en la política autonómica para trabajar por las cuestiones comunes. Ha propuesto crear grupos de trabajo que incluyen a los diputados de todos los partidos para alcanzar acuerdos en materia de inversiones, infraestructuras como el Corredor Mediterráneo o el Puerto de Valencia, la reforma del sistema de financiación autonómica o el agua a través de la creación de una Mesa del Agua de la Comunidad Valenciana. El objetivo es trasladar las exigencias al Gobierno central y condicionar los Presupuestos Generales del Estado (PGE).  

Así, repite la misma maniobra que el pasado mes de mayo cuando, para ser investido president tras las elecciones, trató de tender puentes con PSOE y Compromís antes que con Vox. La oposición, en su afán de sostener posturas inamovibles, presenta las mismas reacciones optando de nuevo por la senda de la cerrazón. 

La coalición de Compromís vuelve a retratarse rechazando todo tipo de acuerdo antes incluso de sentarse a negociar con el presidente -a quien ha dado plantón- e incluso antes de leer la propuesta. Con dificultad justifican la negativa a explorar vías de consenso en tres premisas infundadas: que el Consell "utiliza de forma partidista Les Corts" al celebrar el pleno de debate contra la amnistía, "censura en instituciones culturales valencianas" por haber cesado a José Luis Pérez Pont como director del Consorcio de Museos de la Generalitat al ser investigado por " irregularidades" y, por último, por "la presencia de miembros del Consell en el acoso a sedes de partidos políticos" aludiendo la participación de dirigentes de Vox en manifestaciones frente a la sede de otro partido que es el PSOE. 

La coherencia es una moneda de doble cara. Mientras el PSOE, y especialmente Ximo Puig, pregona la bandera del diálogo desde hace años, sus acciones en el momento de alcanzar acuerdos acaba por desmentir sus propios postulados. La intención sistemática de excluir a Vox no denota precisamente una actitud dialogante. Y esa ha sido la única excusa, que en el frente común participe un partido que "nos tacha de golpistas" y "nos toma como ilegítimo". 

De este modo, PSOE y Compromís se autoexcluyen de los acuerdos. Luego no podrán acusar al PP de bloquear la renovación de los órganos estatutarios como vienen haciendo desde la anterior legislatura cuando este punto forma parte de la propuesta que rechazan. 

Puede parecer que la táctica del arquitecto del diálogo en la Diputación de Alicante -Mazón en su etapa de presidente provincial- no haya dado resultado en esta ocasión, pero lo cierto es que Mazón ha sabido capitalizar los previsibles movimientos de la oposición a su favor ya que, además de haber desactivado futuras ofensivas, de las declaraciones de intenciones de los grupos parlamentarios resulta la voluntad de diálogo como sello distintivo de Mazón frente a la intransigencia e incoherencia de la oposición.