La semana negra de Ximo Puig: del Medusa a los incendios y el tren de Bejís

Los meses de agosto suelen ser aburridos para los políticos, sin información ni actividad parlamentaria, y también en las redacciones de los medios de comunicación. Pero Ximo Puig y su gobierno no pueden decir eso de la fatídica semana del mes de agosto de 2022 que se iniciaba en la madrugada del sábado con el accidente mortal del festival Medusa en Cullera.

El Botànic firma su peor agosto, y eso que el mes aún no ha acabado, desde que llegó al gobierno de la Generalitat en 2015, unas vacaciones nada tranquilas para el presidente Puig y algunos de sus consellers como Gabriela Bravo, responsable de las Emergencias. Otros consellers, por cierto, sí han continuado con su descanso estival como si no pasara nada.

La consellera de Agricultura de Puig culpó al gobierno del PP de Castilla y León de los incendios

Los acontecimientos de la última semana negra para el Consell auguran un septiembre caliente en las Cortes Valencianas y en el panorama político valenciano en general, con comparecencias para explicar la actuación en los incendios, en la gestión de la política forestal, la descoordinación del tren de Bejís o las medidas de seguridad del Medusa.

Un curso político que debe iniciarse con el debate de política general en el que el presidente de la Generalitat hace sus famosos ximoanuncios y establece la línea política de los próximos meses, pero que este año estará marcado seguro por el agosto negro, dando artillería a la oposición para el debate.

Una semana en la que el gobierno de la Generalitat ha visto como un macrofestival acababa en tragedia con un fallecido, como han ardido más de 30.000 hectáreas con varios pueblos con su término arrasado al cien por cien y la población evacuada, y con un episodio, el del ‘tren del pánico’, que pudo haberse convertido en una masacre y cuyas imágenes de caos y descoordinación han saltado al ámbito nacional.

La Comunitat Valenciana ha protagonizado las noticias de este mes de agosto en España, y no precisamente para hablar de la buena marcha del turismo como otros años, sino por dramas como el del accidente del Medusa, los incendios o el tren. Una semana que seguro que Ximo Puig deseará olvidar y esperar que las que vengan sean mejores, con un interrogante por delante ¿Tendrá el ‘agosto negro’ un efecto electoral sobre el Botànic?