| 20 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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Ximo Puig ya ultima su marcha atrás
Ximo Puig ya ultima su marcha atrás

La "marcha atrás" que Ximo Puig anunció que no daría y que acabará dando

El president de la Generalitat insistió en que no retrocedería en la supresión de recortes para animar a una ciudadanía hastiada. Apenas y mes y medio después se ve obligado a rectificar

| H.G. Edición Valencia

"No habrá marcha atrás", "vamos a hacer una reapertura sin marcha atrás". A finales del pasado mes de mayo el president de la Generalitat, Ximo Puig, se mostraba eufórico y repetía esas palabras. La Comunidad Valenciana se situaba a la cola en tasa de contagios en España, con los dramáticos datos de febrero aparentemente lejanos en el horizonte aunque apenas hubiera pasado un trimestre.

El estado de alarma a nivel nacional había decaído. Otras autonomías habían eliminado todas o la inmensa mayoría de restricciones, pero en la valenciana se mantenían las limitaciones más severas en aforo o en toque de queda. Por aquel entonces, frente al entusiasmo nacional, Puig aseguraba que el motivo de que no imitara a otras regiones, a pesar de los mejores datos de la Comunidad Valenciana, consistía en que no habría marcha atrás cuando lo hiciera.

Apenas mes y medio después el president de la Generalitat va a tener que rectificar sus palabras. Ya ha anunciado nuevas restricciones que hará públicas este jueves, después de la cita de ese sanedrín de políticos que conforma la comisión interpartamental que aprueba y decide recortes sin más apoyo técnico.

Lo hará a pesar de haber cesado a más de 3.000 sanitarios el 31 de mayo de los denominados refuerzos covid en un posible exceso de confianza de la propia Generalitat, trasladada a la ciudadanía como una sensación de que la pandemia estaba próxima a su fin.

Esa medida o la precipitada eliminación de la mascarilla obligatoria en la calle, anunciada por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en la misma semana que aprobaba los indultos a los presos catalanes, para difuminar la polémica sobre esa determinación, han contribuido a suprimir los diques que evitaban el contagio masivo del virus. Todo ello con más o menos la mitad de la población todavía sin vacunar. 

Puig simplemente, comprobada la excesivamente acelerada retirada de la mascarilla obligatoria y para no entrar en contradicción con el máximo responsable de su partido a nivel estatal, se ha limitado a recomendar que se continúe utilizando, como de hecho hace una gran parte de prudente ciudadanía.

Y este jueves el presidente de la Generalitat dará una histórica "marcha atrás" que casi seguro conllevará el cierre del ocio nocturno y la limitación de aforos en locales públicos. Lo hará después de haber insistido a una población hastiada de tantos recortes en que no lo haría.

Lo hará tras, posiblemente, no haber mantenido la lucha contra la pandemia como prioridad absoluta por encima de luchas cainitas entre socios de gobierno o estériles contra la oposición, de cumbres baleáricas o de aplausos a la excarcelación de los políticos catalanes. Definitivamente lo hará porque igual confió demasiado en que no tendría que hacerlo frente a una pandemia que no da tregua.