Nace una asociación de damnificados por el retraso de licencias del Ayuntamiento

Nace la Asociación de Afectados por los Retrasos de Licencias en el Ayuntamiento de Valencia (AFLIVAL) liderada por Alfredo Burguera, arquitecto y promotor de proyectos, y respaldad por un grupo de nutridos empresarios cansados de las demoras que existen por parte de la administración a la hora de realizar o tramitar licencias.

El objetivo de esta nueva asociación es atajar un problema que afecta a los valencianos y a quienes eligen la ciudad para invertir dinero, crear riqueza y generar puestos de trabajo. “Desde hace bastante tiempo, todas las conversaciones entre gente dedicada al mundo del emprendedurismo y la promoción de negocios en Valencia acaban coincidiendo en la enorme preocupación por las dificultades y retrasos que supone obtener licencias para legalizar proyectos a empresas y ciudadanos de a pie”, crítica Burguera.

Por lo tanto, la finalidad primera de AFLIVAL es la defensa de los intereses generales ante organismos públicos y privados de las personas físicas y jurídicas afectadas por la demora de la administración en la tramitación de Procedimientos Administrativos, autorizaciones y licencias para el desarrollo de actividades productivas que contribuyen a la creación de empleo, crecimiento social, cultural y económico de la ciudad de Valencia.

Para ayudar a estas personas, desde la asociación han comunicado que además de asesoramiento personal, también ofrecerán charlas, jornadas, cursos o conferencias sobre los derechos de los administrados en las tramitaciones mencionadas, así como posibles mejoras en aras a contribuir al desarrollo de actividades productivas creación de empleo crecimiento social, cultural y económico de la ciudad. También se pretende participar en la mediación con las Administraciones Públicas a efectos de informar de las demoras existentes en la tramitación de los procedimientos y licencias y proponer mejoras para su agilización.

“Existe una enorme dificultad de interlocución de modo individual con las personas situadas en puestos relevantes, tanto técnicos como políticos, del ayuntamiento para exponer las quejas, aclarar los problemas e impulsar los expedientes que, o bien, se duermen en los cajones de la administración municipal, o se contestan con vaguedades, interpretaciones subjetivas de las ordenanzas”, denuncia Alfredo Burguera.