La parlamentaria morada en las Juntas Generales de Vizcaya, Asun Merinero, pide desesperada amparo de la mesa del órgano y anuncia que llevará al juez una brutal campaña contra ella.
Convulsión. Es una de las palabras más repetidas de boca en boca este martes entre los dirigentes de Podemos Euskadi. A la guerra frontal permanente entre pablistas y errejonistas y a algunos oscuros incidentes en la formación en Guipúzcoa, una revelación conocida en las últimas horas ha incendiado la formación que dirige Lander Martínez. Y todo 48 horas después de la presencia en San Sebastián de la propia Irene Montero.
Todo después de que -en plena resaca de las movilizaciones del 8M-, la parlamentaria provincial (diputada en las Juntas Generales de Vizcaya), Asun Merinero, se haya visto obligada a pedir el amparo de la mesa del parlamento provincial ante el calvario que dice sufrir a manos de sus propios compañeros.
Merinero, que ha anunciado además la presentación de una denuncia ante el juez, pide amparo ante el "acoso laboral" que sufre. Y va más allá. "Mi abogado y yo estamos preparando una demanda por lo penal que vamos a presentar en breve, ha revelado.
La que fue cabeza de lista de Podemos en las elecciones de 2015, suma ya "cuatro bajas por ansiedad y estrés". Denuncia "hostigamiento" de sus propios compañeros -apunta al sector anticapitalista-; "ocultación de información y la humillación pública". Y aporta como prueba "comentarios y carteles denigrantes· contra ella.
Y, como colofón a esta denuncia por acoso laboral, Merinero denuncia la falsificación de su propia firma. La parlamentaria, purgada de las listas, advierte: "No me considero una víctima sino una superviviente, una luchadora. No me voy, me echan".