| 26 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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El líder de Ciudadanos, Toni Cantó
El líder de Ciudadanos, Toni Cantó

Toni Cantó saca de quicio a Ximo Puig, y Ximo Puig al PP

Un reproche del portavoz de Ciudadanos a Vicent Soler a cuenta de ETA, y uno de Puig a la 2 del PP por haber nacido “en la cuna de la corrupción” caldean la sesión matinal de la investidura.

| Vicente Climent Edición Valencia

Tras la jornada de miércoles, en la que la foto del Botànic II en Alicante interrumpió el devenir de la sesión de investidura tras el discurso de Ximo Puig, la sesión matinal del jueves ha tenido momentos de cierta tensión e indisimulada indignación. Ambas cosas a la vez en al menos dos ocasiones.

La primera de ellas ha sido cuando el candidato socialista a la reelección, replicando a Isabel Bonig, ha dicho de su número 2, Eva Ortiz, que había nacido “en la cuna de la corrupción”. Haciendo amigos. Ortiz interpretó que se refería a Orihuela, y pidió la palabra al presidente de Les Corts, Enric Morera, que se la negó. Pero Puig en realidad se refería a toda una comarca, la Vega Baja, porque inmediatamente cayó en la cuenta del garrafal error que había cometido y proclamó ufano que en esa zona de Alicante eran más valencianos que nadie. La indignación en el PP era evidente, y Morera se empleó a fondo amenazando con sanciones cuando desde la bancada popular se aludió a “los hermanos Puig”.

El otro momento álgido fue cuando el portavoz de Ciudadanos, Toni Cantó, que se estrenaba en la cámara con un discurso largo, reprochó al conseller Vicent Soler que el día de apertura de la legislatura, en su calidad de presidente de la mesa de honor, aludiera al asesinado Ernest Lluch (de quien él y Puig se proclaman amigos, y de cuya familia Cantó también dice serlo).

¿Por qué esa crítica? Pues porque ese mismo día era detenido Josu Ternera, y Soler no lo citó en su discurso, en el que sí tuvieron cabida sin embargo alusiones a Franco. Cantó lo atribuye al “desorden neurológico de la izquierda”. Ahora los indignados eran los socialistas. Tanto que Puig, en su siguiente intervención, tachó a Cantó de “utilización infame del terrorismo”, cosa que consideró en tono elevado “intolerable”. Luego contraatacó loando a los tres síndicos de Ciudadanos de la anterior legislatura, bastante menos hostiles de lo que ha empezado siendo y promete seguir siendo Cantó.

El líder de Ciudadanos no se detuvo ahí. Uno por uno, con tono casi profesoral, fue aludiendo a otros consellers y al presidente de la cámara, hasta que éste le pidió que se ciñera al candidato a la presidencia del Consell para evitar peticiones de réplicas por alusiones. A Cantó le dio igual. Se llegó a encarar con Morera para afirmar que “yo debatiré con quien me dé la gana, hasta ahí podíamos llegar”. Entre las 'víctimas' de sus invectivas, Puig, Oltra (con la cabeza afirmó con vehemencia), Soler, Dalmau, Bonig, Catalá, a los que preguntó si tenían el Mitjà, para deducir que “no son ejemplares” porque a los valencianos sí se les exige ese certificado lingüístico para acceder a ciertos puestos administrativos.

Otra frase contundente de Cantó fue que “Miguel Hernández no hubiera podido publicar con Marzà”. No menos expeditivo estuvo Puig al contestarle que “a Miguel Hernández no le dejaron publicar algunos de sus socios”.

Más de Cantó: a Morera le recomendó que “no vuelva a hablar en ningún sitio (alusión a Twitter) de presos políticos”; de Natxo Costa dijo que “despedir al director de comercio atraería inversores”; a Puig le sugirió que “cambie de socios” y “rompa con Pedro Sánchez, porque ya no tiene nada que perder”. 

Debate sobre el comunismo

Isabel Bonig citó al comunismo aliado de Puig en la intervención que abría la sesión matinal. Puig contestó poniendo en valor la defensa de la democracia que hizo en su momento el PCE y criticando varias veces “la foto de Colón” de PP y Cs con Vox. Toni Cantó terció con un momento simpático al recordar que “en una serie estuve en coma, pero en vivo no, a ver si me he perdido algo” (en referencia al debate sobre nacionalismos y populismos de izquierda que ya habían abierto los dos que le precedieron en el uso de la palabra). Y recordó la cena de Nochebuena de la socialista Idoia Mendía con el batasuno Arnaldo Otegi, y que el comunismo ha dejado en el mundo más muertos que el nazismo, para proclamar que Puig “está con los guerracivilistas que quieren cavar trincheras”.

Corrupción

Tanto Bonig como Cantó le preguntaron retóricamente a Puig si Divalterra no era corrupción. La respuesta del socialista fue que ése no es un tema de una institución que tenga que ver con el Botànic. Bonig además le preguntó quién pagará tras la sentencia del Tribunal de Cuentas sobre Valmor que carga las costas sobre la Generalitat, para deducir que los haremos “los valencianos”.

Bonig, en una intervención contundente, en su línea y sin la sorpresa que provocó después Cantó, inquirió también a Puig por los 9 organismos públicos que hay que suprimir antes del 1 de julio y por los 1.500 millones que el Gobierno ha pedido a la Generalitat que recorte.

Puig, en su tendencia a la hipérbole de las últimas semanas, aseguró que el PP dejó “centenares de desastres”, y volvió a motejar a Bonig de catastrofista. Por último, le pidió a Cantó que dejara de llamar a su partido con nombres que no son adecuados (en alusión a lo del 'PSC valenciano' que tanto ha gastado Cantó desde el inicio de la primera de las campañas electorales de esta temporada).