| 26 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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Algunas verdades incómodas sobre el 26M

En casi todos los partidos hay gente afilando cuchillos desde las once de la noche. Sepan quiénes son y por qué lo hacen.

| Vicente Climent Edición Valencia

Podemos y EU

Los más proclives a expresar públicamente su frustración cuando los resultados no son los esperados están en la izquierda. La que va más allá del PSOE. En particular, Podemos, Esquerra Unida, y las combinaciones entre ambos.

Dos ejemplos: cuando Juan Carlos Monedero echa la culpa de los malos resultados del entramado político de Pablo Iglesias a Íñigo Errejón, la valenciana Fabiola Meco reclama reflexiones “más profundas”, sin “rencor”, y recuerda que los votos son los “indicadores” a los que hay que atender.

Desde EU, la que fuera su líder en la Comunidad Valenciana a la que Mónica Oltra expulsó antes de irse a fundar Compromís, Glòria Marcos, reclama “dimisiones” a los “teóricos del nuevo espacio político de la izquierda”. Son conocidas las diferencias de Marcos con Alberto Garzón y los partidarios de la confluencia con Podemos en toda España. Unides Podem ha desaparecido de muchas instituciones en todo el país, incluido el Ayuntamiento de Valencia.

Compromís

En Compromís tampoco las tenían todas consigo. Este domingo, a media tarde, llamaba a la movilización de familiares y amigos en los barrios obreros de Valencia vía redes y whatsapps porque “en los barrios acomodados y de derechas” se mantenía una participación que era baja en los de izquierdas.

La alegría de Mónica Oltra al celebrar la victoria de Joan Ribó denota las tensiones internas en la coalición desde los malos resultados del 28A. Valencia maquilla también los resultados en el conjunto de municipios valencianos, en los que se cede terreno al PSOE, y en las elecciones europeas, en las que Jordi Sebastià no revalida escaño. Hay que negociar Botànic y otras plantas, y el Cap i Casal es un riego de socorro abundante.

PSOE

En el PSOE, atenta la marinería porque los resultados en la provincia de Valencia han sido buenos, con la excepción de la capital, en donde María José Catalá (PP) ha superado a Sandra Gómez, y por supuesto Ontinyent, en donde los socialistas han sido expulsados del Ayuntamiento por el imputado ex-socialista Jorge Rodríguez. No son pocos quienes culpan del desastre a Ximo Puig. El buen resultado general en la provincia de Valencia, en particular en el llamado “cinturón rojo”, es un mérito que bien puede arrogarse la secretaria general Mercedes Caballero, ajena a los avatares en esas dos plazas. Caballero es sanchista y quién sabe si propondrá una alternativa a Toni Gaspar para la Diputación.

Ciudadanos

En Valencia Fernando Giner se ha quedado como estaba. Ha aumentado votos y porcentaje, pero se ha quedado con los mismos concejales. Bien es cierto que su 17% es uno de los mejores resultados de Cs, sólo superado por el 19% de Begoña Villacís en Madrid. En Alicante, por ejemplo, la ex-síndica en Les Corts Mari Carmen Sánchez ha quedado bastante peor. Parece que la batalla madrileña y por sus liderazgos que han disputado Pablo Casado y Albert Rivera, y que ha tenido a éste casi sin salir a otras plazas, ha resultado importante en un partido de tanta marca nacional como Ciudadanos. El estancamiento ha sido su tónica general.

Som Valencians

El que fuera presidente de los valencianistas, Joan Ignaci Culla, también es de los de pedir autocríticas, ahora que se ha vuelto a consumar la irrelevancia electoral. 

PP

Nada más conocidos los resultados del 26M, el ex-diputado nacional valenciano Juan Vicente Pérez Aras exigía en redes “cambios estructurales” en el PPCV tras “una sucesión de errores estratégicos en la capital y la provincia”.

El PP ha obtenido en la Comunidad 149 PP mayorías absolutas y 43 relativas por 152 y 70 del PSOE. Y casi gana en votos en la provincia de Alicante. Pero ni de lejos en Valencia. Flotando en el ambiente están las largas vidas de las gestoras en la ciudad y la provincia de Valencia y la inclusión que algunos creen que no ha ayudado a la movilización de las bases de muchos independientes en las listas. Se argumenta que la diferencia entre bloques ha sido de sólo 255 votos, si bien para no hacernos trampas en el solitario habría que recordar que la izquierda sumaría 16.000 más si Unides Podem no se hubiera quedado fuera por no llegar al umbral del 5%.

Además, sigue habiendo quienes creen que María José Catalá dejará el consistorio para explotar su escaño de diputada autonómica a poco que se dé el caso. Ella sin embargo wassapea su “objetivo 2023” y propone pactos a PSOE y Cs para puentear a Compromís.

También hay cuentas pendientes del 28A en el PPCV. El debate sobre si Isabel Bonig sacó lo que sacó para Les Corts por méritos propios o arrastrada por los malos resultados de Pablo Casado vuelve por mor de la mejoría del PP en toda España respecto del 28A. Particularmente en Comunidad y Ayuntamiento de Madrid, así como en otros gobiernos autonómicos, todo el sureste, y cinco de las ocho capitales andaluzas, en las que los populares podrían gobernar.

El PPCV puede argumentar que en Valencia ciudad ha votado prácticamente el mismo número de personas a Casado, a Bonig y a Catalá en sus respectivas elecciones. Pero en este último caso con un nivel de participación 12 puntos menor que el 28A.

La filtración durante la jornada de reflexión del parecer de la dirección del PPCV de que debe haber “cambios en la cúpula de Génova tras el 26-M” no ayuda, por mucho que, en palabras de un dirigente que confirma el malestar pero no cree que la sangre vaya a llegar al río, de momento “Madrid lo tapa todo”.

Alacant, apart

En Alicante, el Ayuntamiento capitalino y la Diputación son las instituciones más importantes con que cuenta -en teoría- todo el PPCV. Para la institución provincial algunos ven a Carlos Mazón, de quien se piensa que a qué santo si no se ha dejado la Cámara de Comercio, ¿para ser concejal sin más?

Pero también está César Sánchez, que puede optar a la reelección al haber sido elegido concejal en un pueblo, Llíber. Sánchez es también diputado nacional, y el criterio del PPCV es que las dos cosas a la vez no pueden ser. En sus tuits parece preferir “seguir mostrando la máxima atención al municipalismo”, lo que suena claramente a si tengo que elegir me quedo en Alicante.

Sánchez está en los órganos de dirección de la madrileña calle Génova. Y el poder institucional valenciano -contrapoder también del Consell pero no sólo del Consell- está en Alicante. 

Pero todo esto del PP, PPCV, PPV y PPA merece otra crónica aparte ...