Benidorm estrena la Fase I con la apertura de un 10% de bares

Benidorm ha estrenado hoy el primer día de la Fase I de desescalada de forma desigual, aunque con una completa normalidad solo alterada por las ráfagas de viento que se han dejado sentir todo el día. Así, según los datos de la asociación de bares, restaurantes y cafeterías, ABRECA, el 10% de los establecimientos han retomado su actividad, pero con un reparto desigual entre las zonas turísticas y residenciales. En cualquier caso, todo muy lejos aún de la habitual imagen turística de la ciudad.

Muchos establecimientos de hostelería han optado por reabrir sus puertas, aunque buena parte de ellos están concentrados en las zonas más céntricas de la localidad, los que son habitualmente visitados por residentes y turistas nacionales.

La zona inglesa del Rincón de Loix, por el contrario, apenas registra actividad y la mayoría de establecimientos se encuentran cerrados sin fecha de reapertura debido a la ausencia total de turismo británico, el principal cliente del que se nutren estos negocios.

La asociación de comerciantes, AICO, ha trasladado que el 80% del comercio tradicional de la localidad ha vuelto a abrir sus puertas, si bien solo lo ha hecho un 10% del denominado comercio turístico, que suponeun 60% del total de Benidorm. Algo parecido ha sucedido con los locales y terrazas de los paseos marítimos. Allí, buena parte de ellos han optado por no abrir debido al viento reinante que hacía incómodo permanecer al aire libre frente a la playa. Sí se ha visto a algunos locales preparándose para regresar en unos días.

Los propietarios que sí han optado por abrir las terrazas y locales lo han hecho “para evitar seguir acumulando pérdidas y no cerrar definitivamente”, según han explicado a ESDiarioCV varios de ellos. “Mi economía ya no aguanta más y he abierto porque tengo que dar de comer a mi familia. No es rentable, pero lo que entre irá sirviendo para saliradelante” señalaba Juan, propietario de una cafetería en la Avenida del Mediterráneo.

Otro empleado de una heladería consideraba que “no se puede estar parado tanto tiempo porque el coste del negocio tiene unos gastos que hay que pagar. Antes teníamos 30 mesas y ahora 10, pero eso es mejor que nada”. En una céntrica cafetería nos comentaba una de las propietarias que la decisión de permitir la apertura “puede ser un poco precipitada, pero si no se intenta nunca lo sabremos. Ahora hay que ver si compensa o no”.

El Ayuntamiento, por su parte, ha pactado con las asociaciones del sector un horario de apertura hasta las once de la noche, además de permitirles a las terrazas ampliar la ocupación en la vía pública siempre que no resten espacio a otros establecimientos.