Un espaldarazo de buena suerte llama a la puerta de Pantoja

Cuando Isabel está muy cerca de convertirse en abuela por segunda vez gracias al futuro nacimiento de Ana, la hija que esperan Kiko Rivera y su novia, Irene Rosales, la tonadillera está empezando a ver la vida de otra manera.

Acostumbrada ya a las malas noticias y, claro está, harta de recibirlas, Isabel lleva unos días que no se atreve a despertarse por si lo que está viviendo ahora es un sueño. Y es que, de repente, a la que fuera mujer de Francisco Rivera Paquirri le llueven las buenas noticias por todas partes.

Por un lado, Isabel acaba de salir de la cárcel junto a su querido Agustín en el que es su cuarto permiso penitenciario concedido por la Audiencia Provincial de Málaga. Unos días de “asueto” más que esperados por ella, su familia y sus fans, que la recibieron en un ataque enfervorecido de aplausos, gritos y vítores. La animaban después de su última mala racha y, además, no dudaron en jalearla en lo que ellas ya creen como la última vez que Isabel tiene que pisar la cárcel.

Y es que ahí reside otra de las buenas nuevas que a la Pantoja le están haciendo tanto bien. Después de estos seis días de régimen en semilibertad que Isabel podrá disfrutar en Cantora, junto a los suyos, puede que Pantoja no tenga que volver a la cárcel sevillana de Alcalá de Guadaíra: al fin tiene el deseado Tercer Grado.

La citada Audiencia de Málaga ratificaba que, cuando ha cumplido ya la mitad de sus dos años de prisión por blanquear dinero del que fuera su Cachuli, el ex alcalde de Marbella, Julián Muñoz, la tonadillera tiene derecho a disfrutar de ese Tercer Grado. De hecho, puede que todo el papeleo esté listo antes de que terminen estos días de permiso.

Tan sólo queda por decidir qué modalidad se aplicará a Isabel, si que pueda estar en libertad semi vigilada o que la madre de Chabelita tenga que dormir en un centro de reinserción de lunes a jueves, con los fines de semana libres. Pecata minuta.

Cash

Eso es lo que, en palabras de Carmen Lomana, ha conseguido también Isabel. Tantos frentes abiertos durante muchos meses que, ahora, en unos días, la Pantoja parece estar encajando todas las piezas de su puzzle. Y a toda velocidad.

La cantante ha vendido también su casa de La Moraleja, en Madrid. Un dinero que le ha permitido saldar la deuda de 400.000 euros que tenía todavía como parte de la sanción impuesta contra la ex amiga de María del Monte.

Y es que, aunque el inmueble estaba tasado en unos cinco millones de euros y, dicen, que se ha vendido por bastante menos, este dinero le llega a Isabel en el momento perfecto. Justo cuando estaba a punto de expirar el plazo para hacer frente al resto de la fianza que debía pagar. Así se ha librado también de ser embargada por el juez. Que no es moco de pavo.