El Levante avasalla al Athletic de Bilbao para alcanzar puestos europeos

10 puntos de diferencia. La justa y lógica entre ambos equipos a tenor de lo vivido durante la noche de este el primer lunes de diciembre sobre el césped de Orriols; pero también la que separa a una de las mejores versiones levantinistas de todos los tiempos de la del peor Athletic en sus 120 años de historia.

No obstante, el inicio granota no hacía augurar, precisamente, un partido plácido. Ciertas imprecisiones en su línea medular propiciaban que el cuadro que, por el momento, dirige Berizzo se estirara, y San José y el otrora verdugo levantinista Adúriz dispusieron de sendos remates que no llegaron a ejecutar, en ninguno de los dos casos, con eficacia.

Sólo Roger sacaba relativo partido al despliegue de un hoy descomunal por su costado izquierdo Toño para inquietar el marco visitante y, en esas circunstancias, esperar el fallo del rival - sobre todo si éste es tan proclive a cometerlos como, hoy por hoy, lo es el Athletic- se tornaba en fundamental.

Primero Unai Núñez se jugó, VAR mediante, la expulsión por una dura entrada a Roger. Pero fue el lanzamiento de falta subsiguiente, ya bien entrada la prolongación, el que haría que el cuadro de Paco López tomara ventaja. Nadie en la zaga rojiblanca acertaba a abortar un peligro que el central Chema, en segunda instancia y con su pierna diestra, traduciría en el primer gol del partido.

A partir de ahí, el Levante UD sabría interpretar a la perfección cómo jugar a favor de obra, mientras que los vascos demostraban el porqué se han ganado a pulso su actual estigma de equipo con mandíbula de cristal. José Campaña, a los trece de la reanudación, ponía el 2-0 recogiendo el rechace de Herrerín ante un remate de Morales en una acción que él mismo había iniciado para mandar ya de forma definitiva a la lona a los leones.

Pese a  que la media hora restante aún invitaba a pensar que el choque no estaba decidido, el Levante ya sólo tenía que preocuparse por elegir cómo y cuándo lograría el tercer tanto. Morales fallaba en el regate en su intento ante Herrerín, y Roger se apresuraba a definir casi desde medio campo en una mala salida de éste. Finalmente, el propio ariete de Torrent decidió que ya era hora de dar carpetazo al asunto, alcanzando la brillante cifra de 8 dianas en LaLiga al aprovechar una perfecta dejada de Campaña cuando todavía restaban 20 minutos de juego. 

Desde ese preciso intante, los granotas optaron por no apretar el acelerador para no ahondar en la herida bilbaína - Nolaskoain sí la hizo más grande con una brutal entrada que terminó por costarle la roja-, dejando que los minutos transcurrieran y el siempre acertado Paco López buscara las ovaciones para Morales o el inspirado Rubén Rochina en sus respectivas sustituciones.