| 05 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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Olga Zakharova, acusación contra Agramunt.
Olga Zakharova, acusación contra Agramunt.

"Pienso mejor cuando estoy borracha", proclama la acusación contra Agramunt

Agramunt declara en París. Su comparecencia promete ser una bomba de relojería contra los que lo han denunciado. El senador lleva munición contra los "lobbies que quieren manipular" Europa.

| Álvaro Errazu Edición Valencia
Si lo

Los llamados padres fundadores de la Europa unida a buen seguro que quedarían perplejos con las acusaciones de corrupción que afecta a varios miembros del Consejo. Unas acusaciones que se basan en "indicios", y no en "pruebas", según se admite en el informe de la comisión de investigación del  elaborado por diferentes organizaciones internacionales alguna de ellas muy perculiar.

El senador Pedro Agramunt, uno de los políticos en el punto de mira, aportó a los periodistas profusa documentación oficial para tratar de "desmontar" la campaña en su contra. Estos papeles son los que presenta esta mañana París ante una comisión que debe decidir posibles sanciones a raíz de una denuncia que se inició con un informe sobre los derechos humanos en Azerbaiyán, aprobado por mayoría en el Consejo de Europa, pero que no contentó a ciertos grupos económicos.

El valenciano desvela la existencia de una de grupos de presión que actúan contra él y que precisamente están detrás de la internacionalización del desafío soberanista catalán. Para ello, el parlamentario presentó una pequeña parte de los llamados “Soros Papers” o pruebas documentales que tratan de atestiguar sus palabras. Por ejemplo, los autores de un informe considerado "difamatorio” por él,  ha sido elaborado por  Olga Zakharova y Yuri Dzhibladze  dos activistas rusos  que estuvieron en octubre de 2017 en Barcelona, el mes del “procés” y no dudaron en tildar de “corrupto, antidemocrático y heredero del franquismo” al actual gobierno de España. 

Estos activistas que hace un año exigieron una comisión investigadora contra Agramunt y lanzaron una campaña difamatoria contra su persona, son los mismos que exigieron en octubre de 2017 “una investigación contra España por violaciones de derechos humanos en Cataluña” y la mediación de la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE) entre los gobiernos de España y Cataluña. No sólo no estuvieron por casualidad en Barcelona en aquellas fechas, sino que buscaron a toda costa la internacionalización del desafío soberanista. 

Agramunt con la documentación que aportará hoy a la comisión del Consejo de Europa

Olga Zakharova y Yuri Dzhibladze llegaron a Barcelona no enviados por el gobierno ruso, como algún medio de comunicación apuntó, sino por la Organización Mundial Contra la Tortura (OMCT) en búsqueda de indicios que apuntalaran sus informes de violaciones de derechos humanos en España y poder así desacreditar al gobierno español ante la comunidad internacional. En Barcelona se reunieron con David Bondia, presidente del Instituto Catalán de Derechos Humanos, una entidad que no se sabe para qué sirve pero que está financiada por el millonario estadounidense, George Soros. El Instituto Catalán de Derechos Humanos percibió 53.000 dólares de Soros en 2016 y 25.000 dólares en 2015. Este último importe para “vigilar a España en el cumplimiento de los derechos humanos”. Es decir, casi 80.000 dólares en dos años para desprestigiar a España en el contexto internacional. 

David Bondia fue también el promotor del encuentro de Carles Puigdemont el pasado 19 de marzo con activistas de derechos humanos en las oficinas de la ONU en Ginebra. Y ese es el camino decidido a seguir por los independentistas –apoyados por Soros- para intentar desbancar al gobierno actual de los populares, en opinión de Agramunt. La OMCT que financió el viaje Olga Zakharova y Yuri Dzhibladze también es subvencionada por Soros.

¿Puede ser creíble Olga Zakharova? Lo que no puede entenderse es que una organización, como el Consejo de Europa, que está a punto de cumplir sus 70 años de existencia haya caído bajo las garras de lobbies como los ya mencionados o de European Stability Initiative (ESI), denunciado también por Agramunt de recibir cientos de miles de euros de la Foundation to Promote Open Society de Soros desde 2012 hasta la actualidad.

Agramunt presentó documentos de las subvenciones que la ESI ha percibido desde Nueva York de la Fundación de Soros y por conceptos que sobrepasan el límite de lo tolerable: reformar el Consejo de Europa, influenciar  en la agenda del Consejo de Europa o aumentar su eficacia. Ningún lobby, como actor no estatal al servicio de intereses particulares, puede intervenir en los procesos políticos donde participan los depositarios de la soberanía popular, como son los parlamentarios.

Olga Zakharova, en una foto que colgó en redes sociales.

Pero lo llamativo es que la comisión de investigación que supuestamente debía investigar por presuntas corrupciones en el Consejo de Europa, produjo un informe de parte final, “incumplió su mandato”, aseguró ayer Agramunt, y fue "parcial y sesgado". No sólo no se interesó en preguntar a los lobistas de la ESI por sus fuentes de financiación, sino que dio por buenas las afirmaciones de dichos lobistas sin someter a comprobación sus declaraciones o exigir la presentación de pruebas. 

Olga Zakharova haciendo una peineta.

Igualmente ocurre con la activista Olga Zakharova, supuesta defensora de los derechos humanos, pero que su credibilidad podría ponerse fácilmente en duda a tenor de sus comentarios y fotografías en las redes sociales. Afirmaciones en primera persona como “pienso mejor cuando estoy borracha” o “pienso que estoy mejor cuando estoy borracha” acompañadas de varias imágenes donde aparece bebiendo alcohol, haciendo la peineta, o apuntando con una pistola o un “kalashnikov” sugieren que se trata de un personaje singular que bajo ningún concepto debería haber sido considerada una fuente fiable por la comisión de investigación del Consejo de Europa.

ente haber