| 26 de Abril de 2024 Director Benjamín López

× Portada España Investigación Opinión Medios Chismógrafo Andalucía Castilla y León Castilla-La Mancha C. Valenciana Economía Deportes Motor Sostenibilidad Estilo esTendencia Salud ESdiario TV Viajar Mundo Suscribirse
Campazzo y Van Roosom libraron un gran duelo
Campazzo y Van Roosom libraron un gran duelo

Ni un gran Valencia Basket puede escalar el más alto de los Everest

Valencia Basket 78 - Real Madrid 85. La calidad del rival y la parcialidad del trío arbitral ensombrecen el gran desempeño taronja. Punto y final a una temporada para recordar.

| Carlos Botey Edición Valencia

Muchos aspectos se esconden detrás del 3-0 con el que el Real Madrid ha sellado su pase a la final de la Liga Endesa. Si, por un lado, los blancos se han reafirmado como uno de los tres equipos con mayor potencial de Europa; Valencia Basket ha demostrado que su orgullo continúa intacto. Sólo desde esa premisa se explica que los de Laso hayan vuelto a, por enésima vez, necesitar de la anuencia arbitral a la hora de cerrar una serie de playoff en la Fonteta.

Guillem Vives, Aaron Doornekamp o Louis Labeyrie conformaban un quinteto de inicio destinado a igualar la capacidad física del Real Madrid en una apuesta de Ponsarnau que posteriormente se confirmaría como acertada. El propio Doornekamp aprovechaba su superioridad al poste con Rudy, a la vez que Bojan Dubljevic, con la voluntad de reivindicarse habida cuenta de sus últimas discretas actuaciones, comenzaba a castigar a Tavares desde el exterior. Únicamente la calidad madridista, personificada en el acierto desde el exterior de Taylor o el mismo Rudy, posibilitaba una mínima diferencia a su favor al final de los primeros diez minutos (19-20 min. 10).

Las rotaciones tampoco hicieron menguar el rendimiento de un cuadro de la toda la noche animosa  Fonteta que lograba marcar sus primeras distancias basándose en el recital de un Will Thomas que llegó a humillar a Trey Thompkins con sus dominio del poste bajo, el de Baltimore estaba en esta ocasión bien acompañado por la verticalidad de Alberto Abalde hacia el aro.

El choque, como ya se preveía, no decepcionaba a nadie. Campazzo golpeaba impunemente a Vives en uno de sus lances pese a que el argentino cerraría la contienda con la cantidad de... cero faltas personales "cometidas"; tal vez el cuadro de Ponsarnau no mereciera que un aspecto tan recurrente como frustrante obrara en su contra de manera tan clara en una cita tan decisiva, aunque ésto resulte habitualmente consustancial a lo que supone el enfrentarse a este rival. Ya no valen lamentaciones sin embargo.

Pronto, tras la reanudación, haría ver el conjunto de la capital que abandonar el lugar en el que más ha sufrido en la historia reciente del playoff era para ellos el mejor de los premios. La aparición estelar de Randolph contribuía a dar un pequeño vuelco que consolidaba un acertádisimo Rudy, otra vez, con sus triples (51-57 min. 27). Pero si de anotar desde más allá del arco se trataba, era Bojan Dubljevic quien explotaba todo su talento. Hasta cuatro aciertos sin fallo logró el montenegrino fuera de la línea del 6.75 para mantener a los suyos en la pomada (60-63 min. 30).

El Madrid se veía obligado a recurrir a una fórmula poco menos que infalible: la de Campazzo y Llull juntos en el backcourt. Ambos encontraban la chispa de Ayón en las continuaciones, al margen de anotar con fluidez, para obligar a Valencia Basket a un sobreesfuerzo a la hora de encarar el tramo definitivo con opciones. El cuadro de Ponsarnau lo conseguía hasta llevar el marcador a un 78-79 a falta de un minuto en el que la falta de energía se constituía en determinante para entender esos pequeños detalles que acostumbran a decantar este tipo de finales de infarto; siendo los dos rebotes defensivos perdidos en defensa y los otros tantos balones extraviados por Van Rossom la tumba para las aspiraciones de una escuadra que hoy, al igual que durante la práctica totalidad de la campaña, volvió a mostrarse competitiva. 

No obstante aún faltaba lo más importante en forma de homenaje al capitán Rafa Martínez. Después de once temporadas, la Fonteta despedía con todos los honores al jugador más destacado en la ya brillante historia de una entidad que ha crecido aparejada a su carácter y encomiable actitud.

78 - Valencia Basket (19+19+22+18): Vives (2), Sastre (11), Doornekamp (7), Labeyrie (-), Dubljevic (19) -cinco titular- Abalde (7), Diot (-), Van Rossom (14), Tobey (6), Rafa Martínez (-) y San Emeterio (1).

85 - Real Madrid (20+15+28+22): Campazzo (14), Rudy Fernández (16), Taylor (10), Randolph (11), Tavares (6) -cinco titular- Causeur (-), Reyes (2), Ayón (10), Carroll (7), Llull (4), Deck (5) y Thompkins (-).

Árbitros: Conde, Cortés y Bultó. Eliminaron personales al local Vives (m.40).

Incidencias: tercer partido de las semifinales de la Liga Endesa disputado en el pabellón de la Fuente de San Luis ante 7.809 espectadores.