ERC ha puesto una condición a Sánchez para apoyarle en la exhumación de Franco: restituir a Companys, leyenda para el independentismo, golpista para la República, fusilado con Franco.
"Si quieres los restos de Franco, anula la sentencia contra Companys". Con otras palabras, ésa es la petición de ERC a Sánchez Castejón: el partido independentista apoyará el decreto ley del Gobierno para exhumar al Dictador si, a cambio, le conceden una vieja reivindicación.
Si gobierno @psoe @sanchezcastejon quiere apoyo @esquerra para exhumar Franco debe comprometerse en la anulación sentencia President Companys, símbolo d miles catalanes y españoles fusilados. Hacer lo q en 2004 dijeron q harían y luego negaron. Mantendremos nuestra coherencia.
— Joan Tardà i Coma (@JoanTarda) 21 de agosto de 2018
Rehabilitar a uno de sus mitos, el antecesor de Oriol Junqueras, detenido por la República y fusilado durante los albores del franquismo. ¿Quién era, por qué es tan importante para Rufián y compañía, qué hizo y cómo acabó? Ésta es su historia en pocas palabras:
Se trata de Lluis Companys y parte de su Govern de Cataluña, todos presos en 1934.
Un 6 de octubre de aquel año, proclamaron el Estado Catalán de manera unilateral.
La República española sofocó en apenas once horas la intentona.
El líder de ERC de la época, de formación abogado. Antes de encabezar la asonada, fue ministro de la Marina del Gobierno de España presidido por Manuel Azaña.
Companys lo hizo desde el balcón de la plaza de San Jaume, con estas palabras: "En esta hora solemne, en nombre del pueblo y del parlamento, el Gobierno que presido asume todas las facultades del poder en Cataluña (...) y proclamo el Estado catalán en la República federal española".
Desató una batalla campal, especialmente en Barcelona, para reprimir toda disidencia: los clérigos y los partidarios de partidos de izquierdas fueron quienes más sufrieron las represalias del 'Ejército' movilizado por Companys, compuesto por más de 6.000 guardias de asalto, mossos y militares.
Lerroux declaró el Estado de Guerra y puso al frente de la respuesta al valiente General Batet, que respondió a la ola de violencia desatada por Companys con una brillante y rauda operación que incluyó disparos con cañones a la sede de la Generalitat. El militar, un firme defensor del orden, se opuso dos años después a otro golpe, esta vez protagonizado por Franco, y terminó siendo fusilado en 1937 pese al enorme respeto que suscitaba.
Con sus huesos en la cárcel, acompañado por su Gobierno. La República le dejó marcharse al exilio en Francia, pero tras la Guerra Civil y el comienzo de la Dictadura fue reclamado por Franco: la Gestapo le detuvo y le devolvió a España, donde fue fusilado en 1940.
Fue el Puigdemont de aquel momento, al ejercer de cara visible del tercer intento de Golpe de Estado desde Cataluña, tras los también fallidos de 1873 y 1934. Pero orgánicamente su puesto real era el de Carmen Forcadell o ahora Roger Torrent, presidentes del Parlament. Y políticamente, su sucesor real es Oriol Junqueras, del mismo partido: en 1932 ERC arrasó en las elecciones catalanas, sacando 67 de los 85 escaños en juego y llevando a Maciá a la presidencia. Las previsiones actuales indican también una victoria cuando los catalanes vuelvan a ser llamados a las urnas.