El fantasma de Joan Fuster persigue al PSPV en Halloween

Joan Fuster esa esa figura siempre presente en la sombra de la izquierda valenciana, hasta el punto de convertirse en un fantasma que les persigue la misma noche de las ánimas. Esta semana el PSPV se convertía en blanco de las críticas del catalanismo cuando con su abstención permitió quitar una calle al conocido ensayista en el municipio de Massamagrell. 

La historia es más compleja. Y ha abierto varías heridas. La propuesta partía de Vox que proponía quitar la calle al reconocido ideólogo del catalanismo para darle su nombre a Enrique Senent, ex concejal del PP y conocido vecino de Massamagrell. 

El PSOE, que con su voto inclinaba la balanza en el pleno, optó por abstenerse, por lo que el cambio de calle salió adelante con los votos a favor de PP, Cs, Vox y Veins. Compromís, que gobierna la localidad, montó en cólera y acusó a los socialista de “votar junto a los fascistas”. 

En seguida el catalanismo encendió su maquinaria de acoso e hizo de un tema local un motivo de lucha regional. Los perfiles catalanistas increparon a varios miembros del PSPV, y el síndic Manolo Mata salió a decir que la decisión de cambiar el nombre de calle “no tiene sentido, y más en el año del centenerio”.

Ya sea por la presión, o por la llamada al orden desde Valencia, el PSOE de Massamagrell ha tenido que recular ante el catalanismo y ahora propone nombrar la biblioteca municipal con el nombre de Joan Fuster. En 24 horas vonvió el fantasma de Fuster. Manolo Mata dio publicidad a la decisión en sus redes sociales... pero nada calma al catalanismo y siguen pidiendo cuentas por haber permitido la eliminación de la calle de Fuster. Este Halloween el fantasma de Fuster no deja dormir a más de un socialista.