| 26 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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Pedro Sánchez, en su escaño rodeado de sus diputados
Pedro Sánchez, en su escaño rodeado de sus diputados

La tentación de Sánchez y los cantos de sirena que preocupan al PSOE

El Rey va a concluir este jueves su primera ronda de consultas tras el 26 J con una sensación: el bloqueo persiste y todas las espadas están en alto. Todo vuelve a ser posible

| Antonio Martín Beaumont Opinión

Ahora que Pedro Sánchez ha cambiado su estado en Whatsapp por un enigmático "¿Y por qué no?", han tomado fuerza algunas conjeturas interesadas. Entre otras, la maliciosa sospecha de que el secretario general del PSOE podría lanzarse a buscar, llegado el momento, una investidura como coraza frente a sus adversarios internos. Tampoco en esta ocasión tendría la matemática de su parte: Por dos obstáculos en su marcha: la incompatibilidad con Podemos y el veto aún vigente del Comité Federal de finales de diciembre a cualquier amontonamiento con los nacionalistas. 

Ciertamente, Pablo Iglesias colocó dinamita en el puente del diálogo con Sánchez, saltó por los aires, pero, en estas últimas semanas, con la constitución de las Cortes en el horizonte y para sorpresa de la propia dirección del Grupo Popular, el socialista Antonio Hernando y el podemita Iñigo Errejón se pusieron manos a la obra para reconstruir los cimientos. O, al menos, empedrar el terreno.

Y el líder de Izquierda Unida, Alberto Garzón, con el mono de obra, puso entre bambalinas de su parte y llegó a asumir el rol de intermediario, otra vez, para explorar una entente cordiale. Ayer mismo Carolina Bescansa volvió a internarse por tan frondoso bosque. De este carro, hasta ahora, se ha negado a tirar Iglesias, claro, pero, de recuperarse de la "depre" que algunas lenguas en el seno de sus propias siglas le atribuyen, es capaz de expedir una nueva mano de pintura a la alternativa al rotundo ganador de las elecciones, Mariano Rajoy. Las primeras notas de los cantos de sirena han empezado a entonarse en los pasillos del Congreso de los Diputados.

Los guiños de PNV y Convergencia

Miradas socialistas vuelven a estar posadas sobre la antigua Convergencia y el PNV desde que el PP contó con sus "votos fantasma" en la elección de los miembros de la Mesa de la Cámara Baja. Un movimiento así le ha convenido a Sánchez que, en su última intervención ante el grupo parlamentario, llegó a preguntarse "qué sentido tiene tener a diputados en el limbo", en referencia entonces a PDC y de ERC.

La visita a La Zarzuela de los portavoces nacionalistas en la ronda de consultas del Monarca poco ha aclarado al respecto, a no ser su falta de disposición apoyar a Rajoy. Mientras, un sector afín al secretario general socialista, miembros de la actual dirección incluidos, cree llegado el momento de convocar un nuevo Comité Federal que derogue el veto impuesto por Susana Díaz a los independentistas (resolución del 28 de diciembre). Sobre todo si Rajoy, después de posponer la fecha de su investidura que él mismo barajó para la primera semana de agosto, tal como vaticinan en Ferraz, no encontrase la forma de “amarrar” el apoyo de 170 escaños para presentarse ante el hemiciclo. 

Poca mella parece haber hecho en el equipo de Sánchez la última declaración de “desconexión” con España, que abre la vía unilateral hacia la independencia, aprobada en el Parlamento de Cataluña ayer mismo. De hecho, la presidente del PSOE, Micaela Navarro, horas después afirmó que había que separar lo que está ocurriendo en Cataluña del proceso de investidura.

"La iniciativa ahora mismo es de Mariano Rajoy", repite machaconamente el entorno de Pedro Sánchez para defender su permanencia en un segundo plano, reduciendo a la mínima expresión sus apariciones públicas. Tal ha sido su estrategia, aderezada por los viajes de asueto y una sobrevenida declaración institucional en plasma contra el desafío del Parlamento de Cataluña al Tribunal Constitucional, hasta este jueves, cuando se reúna con el Rey Felipe VI. El runrún sobre lo que pueda deparar su posterior rueda de prensa ha encendido las alarmas en la misma calle Génova.

El papel del Comité Federal

El procesamiento del PP por el borrado de los ordenadores de Luis Bárcenas ha venido a enturbiar aún más la situación entre partidos. El secretario general del PSOE mantiene formalmente todas las opciones abiertas, pero insiste en su negativa a facilitar un Gobierno de Rajoy con su abstención. Sin matices, según me han relatado, Sánchez se lo repitió en privado y de todas las categóricas maneras al presidente. Así que las próximas horas y días pueden resultar concluyentes.

Con todo, la impresión que están transmitiendo aquellos que tanto se han llenado la boca repitiendo que la “nueva política” era la del diálogo leal entre todos, es la de haber penetrado una fase donde los bloqueos priman y las fobias personales y partidistas imperan. Mala cosa. Porque los ciudadanos, al final, lo que ven es que algunos políticos están dispuestos cerrilmente a hacer que votemos hasta que se obtenga el resultado que ellos desean y que los españoles no les conceden con sus votos. Una conducta que trasluce sobre todo un infantilismo impropio de líderes. Olvidando, por cierto, algo tan fundamental en democracia (y de sentido común) como el respeto al juego de ganadores y perdedores que legitiman las urnas. Mal camino.