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Oltra recurre al euskera "casolà" para pasar de dar cuentas a reivindicar
La vicepresidenta aprovecha un tema de actualidad para disfrutar de una rueda de prensa en la que ha rehuido detallar la situación de las residencias o hablar de la pandemia sanitaria
"Nahitaezko gutxieneko diru sarrera kudeatu nahi dugu". Con acento "casolà", como ella misma lo ha definido, la vicepresidenta del Consell, Mónica Oltra, ha pedido en euskera que la Comunidad Valenciana gestione el Ingreso Mínimo Vital (IMV) aprobado por el gobierno y que abonará la Seguridad Social.
Lo ha hecho en una rueda de prensa en la que se ha sentido más cómoda que en anteriores ocasiones, en la que ha pasado de tener que dar explicaciones por la crisis de covid-19 y por la gestión de las residencias, tema para el que siempre derivaba a Conselleria de Sanitat, a reivindicar, como cuando era portavoz de Compromís en la oposición, hace ya cinco años.
Preguntada por qué ha contestado en euskera, leyendo una frase que tenía perfectamente preparada cuando le han interrogado por el IMV, ha respondido que "es una apelación a que si lo hacen Euskadi o Navarra también la Comunidad Valenciana puede gestionarlo". Ha argumentado esta petición en "evitar que se desvincule de un proceso de inclusión ", para insistir en que "la exclusión social también viene por otros factores y no únicamente por el económico".
En esta rueda de prensa muy enrocada en el IMV, la vicepresidenta ha aprovechado la coyuntura más reivindicativa hacia el gobierno estatal y menos centrada en la obligación de dar cuenta de su propia gestión para aludir a algunos de sus lemas habituales. "Nadie se debe quedar detrás", "rescatar personas", "afecto a personas mayores"..., ha enumerado sucesivamente en una de intervenciones más confortables de los últimos meses como portavoz del Consell. En este caso, con la reivindicación desviada hacia el ejecutivo de Pedro Sánchez.
