| 28 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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Castilla-La Mancha entre las comunidades con mayor riesgo de pobreza

La Comunidad manchega es la cuarta con un 31,7% con mayor tasa de riesgo de pobreza o exclusión social. En comparación con el País Vasco que tiene un 15,5 %

| Zhouqi Wang Actualidad

El panorama socioeconómico en Castilla-La Mancha revela una realidad preocupante, donde el 31,7% de la población se encuentra en riesgo de pobreza o exclusión social, una cifra que supera la media nacional del 26,5%. Estos datos, proporcionados por el Instituto Nacional de Estadística a través de la Encuesta de Condiciones de Vida, muestran una tendencia al alza en la vulnerabilidad social en la región.

 

La vulnerabilidad social en España es una preocupación persistente que afecta a una parte significativa de la población. Este riesgo de pobreza o exclusión social se manifiesta de diversas formas, desde dificultades económicas para llegar a fin de mes hasta la imposibilidad de acceder a necesidades básicas como una alimentación adecuada o una vivienda digna. Esto también tiene gran relación con los trabajos y el sueldo que se ofrece en la actualidad. Muchos de los sueldos de las personas no llegan ni al salario mínimo de 1.080 euros al mes. 

Además, la crisis económica y social derivada de la pandemia de COVID-19 ha exacerbado estas desigualdades y ha dejado al descubierto las vulnerabilidades existentes en la sociedad española. Esto se debe a que a raíz de la pandemia muchas personas que trabajaban en empresas se quedaron sin trabajo por el cierre de algunas de ellas. 

Aunque España cuenta con sistemas de protección social y medidas de apoyo, como los servicios de asistencia social y los programas de ayuda económica, sigue siendo necesario abordar las causas subyacentes de la vulnerabilidad social y trabajar en políticas integrales que promuevan la inclusión y la igualdad de oportunidades para todos los ciudadanos. 

Por otro lado, existen mejoras en algunos indicadores, como el riesgo de pobreza relativa y el porcentaje de población con baja intensidad en el empleo, el tercer componente de la tasa AROPE, que mide la carencia material y social severa, ha empeorado, aumentando del 7,7% al 9%. Esto se traduce en situaciones donde las personas no pueden permitirse cubrir necesidades básicas.

La encuesta también revela otras dificultades económicas, como la incapacidad para llegar a fin de mes, la falta de capacidad para afrontar gastos imprevistos y la imposibilidad de disfrutar de vacaciones anuales fuera de casa. Estos desafíos económicos afectan no solo a la población en general, sino que también impactan de manera significativa en los más vulnerables, especialmente los menores de 16 años, donde un 34,3% se encuentra en riesgo de pobreza o exclusión social.

La exclusión social de los menores también puede implicar la falta de acceso a actividades recreativas, culturales y deportivas, así como la discriminación y el estigma social que pueden sufrir debido a su situación económica. Todo esto puede afectar negativamente su autoestima, su integración social y su sentido de pertenencia, debido a que los menores se ven más afectados por este tipo de situaciones sociales.

En comparación con otras comunidades autónomas, Castilla-La Mancha se posiciona como la cuarta región con una tasa AROPE más alta en 2023. Este escenario contrasta con regiones como el País Vasco y la Comunidad Foral de Navarra, que presentan tasas significativamente más bajas. Sin embargo, a pesar de estos desafíos, se observa un aumento en el ingreso medio por persona en la región en 2023, alcanzando los 14.082 euros, un incremento del 8,3% con respecto al año anterior. Aunque este aumento puede ofrecer cierto nivel de esperanza, es necesario abordar de manera integral las causas subyacentes de la pobreza y la exclusión social para garantizar un desarrollo equitativo y sostenible en Castilla-La Mancha.