| 29 de Abril de 2024 Director Benjamín López

× Portada España Investigación Opinión Medios Chismógrafo Andalucía Castilla y León Castilla-La Mancha C. Valenciana Economía Deportes Motor Sostenibilidad Estilo esTendencia Salud ESdiario TV Viajar Mundo Suscribirse
Silvia Intxaurrondo posa durante la presentación de 'La Hora de La 1'
Silvia Intxaurrondo posa durante la presentación de 'La Hora de La 1'

Escribo desde una zanja

No entiendo esa oportunidad perdida. No entiendo no debatir

| Manuel Avilés Edición Alicante

Este es un articulo irreverente. No sé si mi editor se atreverá a publicarlo o irá directamente a la papelera.

Estoy hasta los mismísimos de todas las radios, de la primera a la última. Dice el amor de mi vida que deje ya de quejarme o me voy a terminar convirtiendo en un abuelo cascarrabias. No voy a terminar, ya lo soy, pero forzado por la realidad que se empeña en considerarnos gilipollas, algo a lo que me niego.

Los ancianos nos despertamos pronto. Yo lo he hecho siempre forzado por los curas claretianos que me levantaban a las siete menos cuarto todos los días, salvo domingo y festivos a las siete y media, como acto de generosidad con aquellos niños abandonados a su suerte en la España nacional católica y franquista. Cogimos la costumbre de madrugar y ahora es imposible levantarnos a las once. A las siete ya andamos dando bandazos, aunque no tengamos nada que hacer, como esos que sujetan Alhambras en las barras de los bares y miran continuamente el reloj como si se les fuera a escapar el tren. Pongo la radio. Da igual la emisora. En veinte minutos repite seis veces que ha llegado la nueva ola de calor. ¿La nueva ola? ¿Es que se ha ido la anterior? ¡Oiga! Llevamos más de un mes sudando como los pollos, esos que andan amontonados en las granjas, y yo no he visto que deje de hacer un calor infernal en los últimos cuarenta días. ¿O es que en las hogueras teníamos que ir con rebeca o cazadora?  Me repiten una y otra vez la temperatura de Mallorca, los cuarenta grados de Sevilla Granada o Jaén y hasta la de Zaragoza o Gerona. Me sé mejor las temperaturas de España que el cumpleaños de mis nietos  - que no me sé ninguno-. Dejen ya de dar la paliza con el calor que ya sabemos que vamos a ahogarnos hasta noviembre por lo menos a pesar de que Trump  y Abascal nieguen  el cambio  climático. Hidraten a los abuelos y a los niños, repite la radio. ¡Cojones! Ni que los abuelos fuéramos imbéciles y no supiéramos que, para la sed,  lo mejor es un tercio de cerveza bien fresquito.

La tormenta se ha desatado cuando ha llegado la pregunta que llevo meses esperando: las pensiones

Estoy en la zanja y a la sombra.  Si quieren conocer el sufrimiento en primera persona vengan a Alicante, al centro, al atasco, al tapón que no se disuelve, y verán lo que vale un peine. El amor de mi vida me ha prestado una sombrilla de flores y ando protegido de sol criminal – como dice mi amigo Lorenzo Silva- que, fuente de vida, lo es también de muerte con los melanomas que proliferan fruto de la inconsciencia de quienes quieren parecen conguitos. Yo le he dicho al amor de mi vida: deja de socarrarte, cariño. A mi me gustas blanca. No quiero llegar a la cama y pensar que ando emparejado con una mauritana, que te veo con esas negruras y solo te falta la chilaba. Me pregunta una abuela  - sigo en la zanja- si estoy esperando la manifestación del orgullo. No, orgullo de las zanjas tengo poco, más bien hasta los mismísimos de tanta obra y tanto atasco.

Dice la radio que Feijóo se ha cabreado con la televisión pública. Silvia Intxaurrondo  - me encanta esa mujer, inteligente, guapísima, con clase…- sin despeinarse, ha puesto a Feijóo contra las cuerdas solo son preguntas sensatas y realistas. Silvia Intxaurrondo  - como el cuartel de Galindo-una periodista que hace periodismo y no pesebres, ha preguntado a Feijóo sobre el pacto con Vox en Extremadura y ya se ha puesto incómodo el gallego amigo de Dorado. La tormenta se ha desatado cuando ha llegado la pregunta que llevo meses esperando: las pensiones.

A mí, las pensiones, me importan realmente un bledo. Si me la bajan, si me la quitan, si me hunden en la miseria…-más-, además de bombardear el ayuntamiento con cintas de Paquirrín y su éxito sin precedentes glosando el tubo de escape  - ¡qué tema tan poético!- , tengo pensado atracar. Calculo que, como mucho y dada mi especialización criminológica, tras un par de mercadonas o danis, o coviranes o lo que sea, seré capturado. Ir a la cárcel me interesa. Conozco el paño. Me tendrán que colocar separado del resto de la maraña y dejaré de darle la paliza a Sor Aurelia, de las Hermanas Hospitalarias, que se niega a admitirme en su residencia porque hasta ahora no he cumplido  los requisitos para que el del peluquín subvencionara mi estancia. A ver si Mazón, con pelo, cambia el tercio y los ancianos no tenemos que andar mendigando una plaza.

Cómo va a blindar las pensiones de los diez millones de abuelos que no estamos para atracar ni para pedir limosna y que hemos cotizado cuarenta años

Volvamos a Intxaurrondo  - ¡cómo me gusta esta mujer, con permiso del amor de mi vida!-. Le aprieta las tuercas a Feijóo y le dice:  el PP no revalorizó las pensiones ni en 2012, ni en 2013 ni en 2016. Feijóo se enroca en posición defensiva y lo niega. Intaxurrondo insiste. Yo llego al climax. Los currantes de la zanja, desde la que escribo, creen que me ha dado un yuyu, y llaman a una ambulancia. Deshago el entuerto explicándoles la diferencia entre yuyu y otras situaciones de enajenación, a la vez que les instruyo sobre que “no todo el monte es orgasmo”.

Feijóo se cabrea porque Intxaurrondo lo ha cogido en el embuste: ellos no revalorizaron las pensiones, como afirma empecinado. Acusa a la televisión publica de socialista, sanchista, chavista y venezolana. El dóberman ya no está para sacarlo. Álvarez Cascos – el que preguntaba por mi en el Congreso de los Diputados- ha pasado a mejor vida y no lo quieren ni en el Foro que fundó. Han buscado repuesto. La sonrisa del régimen, Solís Ruiz, perdón González Pons, salta a estrado cual vendaval caribeño   y afirma con retranca: Creo que RTVE va a perder las elecciones. Identifica la Tv con un partido   -¿le digo unos cuantos medios que se identifican con el suyo?- y pide que dimitan cuando pierdan. Justifica que Feijóo no vaya a ese debate cojo de entrada que tendrá lugar sin su presencia. No entiendo esa oportunidad perdida. No entiendo no debatir con Sánchez, con Yolanda, con Abascal… y explicar, alto y claro lo que queremos saber para decidir nuestro voto: cómo va a bajar el paro más alto de Europa para aumentar los ingresos de la Seguridad Social; cómo va a mantener el llamado Estado de Bienestar que hace aguas  - ya hablaremos de él cuando gane, si lo hace-; cómo va a blindar las pensiones de los diez millones de abuelos que no estamos para atracar ni para pedir limosna y que hemos cotizado cuarenta años; cómo va a gestionar la sanidad….¿privatizándola? Me surgen muchas dudas que quiero conocer para votar con conocimiento de causa.