| 27 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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Ana Barceló, Consellera de Sanidad en la Comunidad Valenciana
Ana Barceló, Consellera de Sanidad en la Comunidad Valenciana

112 muertos en un día

Las contradicciones entre dirigentes socavan la democracia, y la cosa está a punto de estallar. Como ya cantara Serrat: "no es más triste la verdad, lo que no tiene es remedio"

| Pedro Nuño de la Rosa Edición Alicante

Los románticos siempre tenían un puntazo hiperbólico, hartos ya de tanto esquematismo y cientifismo neoclasicista. No es de extrañar pues, que nuestro José de Espronceda, en un poema tan denotativo de su personalidad como para que lo titulara "La desesperación", escribiese versos harto macabros y estrambóticos como: "Me agrada un cementerio/de muertos bien relleno...", y demás boutades que le siguen y acompañan en esta irreverente oda contra la España rancia de absolutistas y sotanillas meapilas empeñados en el cerrojazo de los Pirineos para impedir la entrada del pernicioso liberalismo anticlerical y materialista.

Hoy aquél agitador liberal, compañero de piso, periodismo y revoluciones pendientes de un Larra menos exaltado, vería cumplidas sus pesadillas rimadas: los camposantos repletos, los hospitales convertidos en la "mansión del espanto", mientras que de nuestros gobernantes volvería a escribir "La canción de la muerte" talmente desesperada como premonitoria: "... mentiras son sus victorias, y son mentiras sus glorias, y mentira su ilusión".

Sí, se están cumpliendo con creces lo que interpretábamos como exagerados por delirantes arrebatos poéticos. Solo en la Comunidad Valenciana ya hemos superado la escandalosa cifra de 100 muertos en un día que añadir al año de condena que ya llevamos presos por la Covid-19. Un maligno récord que desgraciadamente no será el último.

Asisto desde el ordenador a la conferencia de prensa que la consellera de Sanidad de la C. V., Ana Barceló, está dando como parte de guerra vírica que empieza moderadamente bien con 8.330 altas, continúa a peor con 330.029 confirmados por PCR y 4.193 personas ingresadas, para acabar letalmente con 112 camino del cementerio; momento, nunca sabremos en un político/a si es de naturaleza sentimental o escenografía, en que a la consellera se le humedecieron los ojos y carraspeó la trasmisión de la impotencia.

Los émulos de Lenin, Pompeu Fabra y Arana se miran en el presumido espejo del Rey Sol: "todo para el pueblo, pero sin el pueblo", y las cifras mortuorias aumentan ante la inanición gobernante

Mis compañeros de los mass media le preguntan por las diferencias de criterio con su compañera de Gobierno, la pancatalanista Mónica Oltra (Compromís), quien dice que las medidas de confinamiento son dictadas por el president Ximo Puig, y la consellera Ana Barceló, quitándose propiamente, nunca mejor dicho, el muerto de encima, como si ella nada menos que vicepresidenta y portaveu del Consell, solo fuera el perro Nipper del anagrama "la voz de su amo", cuando toda la oposición critica al Molt Honorable por estar sometido a las cautivadoras mañas de la maniobrera Oltra. Reedición del tema que en Madrid canta Sánchez con letra y música de Pablo Iglesias. Y es que los tripartitos de izquierdas con una mixtura de consentimientos mutuos, u omisiones previamente pactadas con populistas e independentistas, se nos han convertido en el Cervantino "Retablo de las maravillas" donde nada es lo que parece.

112 muertos son demasiados, las contradicciones entre dirigentes socavan la democracia, y la cosa está a punto de estallar

Los émulos de Lenin, Pompeu Fabra y Arana se miran en el presumido espejo del Rey Sol: "todo para el pueblo, pero sin el pueblo", mientras las cifras mortuorias siguen aumentando ante la inanición gobernante. Lanzan cargas de profundidad contra el socio de nómina y de poner, pero lejos de la línea de flotación que les permite manejarnos a su antojo. Aunque, no creo que les quede mucho, pues ya están en la calle y en las redes los revolucionarios sin revolución, sean iletrados o perversos, que azuzan revueltas sociales, empezando por los jóvenes con la, para ellos, irreprimible "marcha" enclaustrada entre las cuatro paredes de una convivencia insoportable por desacostumbrada, y otras necesidades edípicas o de pura inconsecuencia contestataria.

112 muertos sobre la mesetaria curva estadística son demasiados, las contradicciones entre dirigentes, incluso de las mismas siglas, socavan la democracia, y la cosa está a punto de estallar, Dios no quiera, pero como ya cantara Serrat: "no es más triste la verdad, lo que no tiene es remedio", aunque te cargues a tu Directora General[PN1]  Elvira Mensat, y ponga a caer de un burro, principalmente si son del partido contrario, a todos los alcaldes, diputados provinciales y concejales, amén de funcionarios que se han saltado la normativa de vacunación. No se extrañe, nadie no, si un día cunde el ejemplo y la turba antisocial acaba asaltando hospitales y clínicas. Tampoco sería la primera vez.

Postdata: debo dar las gracias a este nuevo medio -ESdiario- que tan acogedor me permite seguir en la profesión. No tengo la culpa, pero sí la pena de que el periodismo sobre papel vaya quedando en reliquia, parecida e irremediablemente como ya pasara, hace más de 500 años, cuando la socializadora imprenta sustituyó a los indivisos, bellísimos y exclusivistas incunables.