Este optimismo se sustenta en el mayor apoyo mostrado por parte de la clientela local a este tipo de negocios. Un 76,5% de los establecimientos ha notado un cambio en la actitud y el afecto mostrado por sus clientes. Y más de la mitad de los comerciantes consideran que los consumidores seguirán comprando físicamente en las tiendas una vez finalizada la pandemia.
Casi un 60% de consumidores estarían dispuestos a pagar un pequeño sobrecoste por comprar en el comercio local para apoyarlo. Y más de la mitad estarían dispuestos a aumentar sus compras en aquellos establecimientos que realicen ofertas a medida para los vecinos del barrio.
El gasto medio mensual en un comercio local ha aumentado a los 365€. Los consumidores que más han incrementado su gasto han sido las mujeres y los jóvenes, con un incremento medio del 36,7% durante el último año.
Las restricciones de movilidad también han contribuido a que los consumidores exploren establecimientos más cercanos a su domicilio: uno de cada tres ha descubierto tiendas en su barrio en las que antes no compraba.
La capacidad del comercio local para adaptarse a los cambios derivados de la evolución de los contagios durante la pandemia ha sido clave. El 20% ha ampliado sus canales de venta y sus métodos de pago. Un 5,5% de los comerciantes han incorporado los pagos con tarjeta a sus métodos de pago, y un 3,6% han incluido los pagos con móvil.
Según el 72,5% de los comerciantes, el aumento del pago con tarjeta y móvil es el principal cambio que han notado entre sus clientes, sobre todo en Madrid y Barcelona. Otras de las medidas que han calado entre los consumidores han sido la reducción de aforos, el servicio a domicilio y la recogida de pedidos por teléfono.
De esta manera, la facturación ‘online’ de los negocios locales ha registrado un aumento del 28%. En este sentido, la digitalización del comercio local es un aspecto clave para un 77% de los consumidores españoles, que lo han considerado un factor esencial para impulsar los negocios.