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La delegada en Ceuta quiere abrir la valla para que vengan "muchachas a limpiar"

La 'emisaria' de Sánchez en Ceuta ha quedado retratada por una frase lapidaria de derrocha machismo y clasismo por los cuatro costados, pese a lo que quieren vender desde Moncloa.

La delegada del Gobierno de Ceuta, Salvadora Mateos

Publicado por
A. J

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Salvadora Mateos es la delegada del Gobierno en Ceuta, es decir, la voz de Sánchez al otro lado del Estrecho. Es la responsable de que los mensajes del Ejecutivo lleguen a la ciudad autónoma, pero a buen seguro que en Moncloa querrían borrar de un plumazo el discurso de Mateos que muestra a las claras eso del 'consejos vendo que para mí no tengo'. Quiere abrir la verja para que vengan "las muchachas" a limpiar.

Y es que, la delegada del Gobierno ha ofrecido una comparecencia en la que hablaba de las nuevas relaciones con Marruecos y la necesidad de reabrir el paso de personas desde el país vecino. Según explicaba, "no tiene noticias" que apunten a una reapertura "próxima" de las fronteras terrestres de las dos ciudades autónomas con Marruecos, y ha repetido que a su juicio ese paso no debería darse hasta que el paso del Tarajal sea "seguro".

Así, ha añadido que los trabajadores transfronterizos serán "los primeros" en poder cruzar la frontera, tanto los que se quedaron o regresaron a Marruecos tras el cierre de la frontera la madrugada del 14 de marzo de 2020, como los que optaron por permanecer en la ciudad para conservar sus empleos a pesar de quedarse en un limbo en el que no ven reconocida su condición de residentes legales en territorio español.

Pero además, ha añadido una frase sonrojante, y más para una representante de un Gobierno que se considera a sí mismo el más feminista de la historia y que se jacta de defender a las mujeres y a los inmigrantes como el que más.

"En Ceuta, sobre todo las amas de casa, estamos deseando que vengan las muchachas. Empezando por mí, que estar trabajando aquí por la mañana y luego de limpieza por la tarde...", ha dicho. Una frase cargada de machismo y clasismo que muestra a las claras la doble vara de medir de los miembros del Gobierno.