| 30 de Abril de 2024 Director Benjamín López

× Portada España Investigación Opinión Medios Chismógrafo Andalucía Castilla y León Castilla-La Mancha C. Valenciana Economía Deportes Motor Sostenibilidad Estilo esTendencia Salud ESdiario TV Viajar Mundo Suscribirse
Pedro Sánchez y Adriana Lastra
Pedro Sánchez y Adriana Lastra

Sánchez suma a Lastra a su listado de cadáveres en pleno guirigay socialista

La salida de la vicesecretaria general impulsa unos cambios en el seno del PSOE que se hacían más que necesarios tras el desastre en los comicios andaluces.

| Andrea Jiménez España

La salida de Adriana Lastra de la Vicesecretaría General del PSOE obliga a Sánchez a mover fichas en el partido. Los cambios que introdujo el pasado octubre tras el Congreso de los socialistas, no han dado sus frutos, sino todo lo contrario, el PSOE sigue perdiendo enteros en las encuestas y la popularidad del presidente cae en picado, algo que se constató con el resultado electoral andaluz, donde la mayoría absoluta cosechada por el PP de Juanma Moreno supuso un varapalo para el PSOE del que aún intentan recomponerse. 

Carmen Calvo, Iván Redondo y José Luis Ábalos fueron los primeros en caer tras una remodelación del Gobierno, que continuó con un intento de renovación en el PSOE que ha terminado por hundirle aún más. 

Por ello, la dimisión de la que fuera portavoz socialista en el Congreso durante gran parte de la legislatura y una de las más fieles defensoras de Sánchez desde que éste intentó colocarse en la cabeza del partido, supone un nuevo servicio de ésta para con su jefe, pues le permite llevar a cabo las reformas en la cúpula que necesita para intentar llegar a las elecciones de 2023 vivo.

Lastra se marcha por cuestiones personales, según ha explicado en un comunicado, en el que señala que en los últimos meses "se han producido cambios importantes en mi vida personal que me exigen tranquilidad y reposo y que, en las dos últimas semanas, me han obligado a tomar una baja laboral que se va a prolongar aún un tiempo".

Por ello, aunque podría haber seguido en su cargo, ha dado un paso a un lado, una vez que, además la situación en el PSOE era más tensa que nunca, por la pugna interna con otro de los pesos pesados del partido, el número tres Santos Cerdán.

Desde el Gobierno insisten en que la decisión es puramente personal y que no tiene nada que ver con la crisis interna del partido. De hecho, la ministra portavoz, Isabel Rodríguez, ha asegurado que la propia Lastra "lo ha dejado meridianamente claro, son razones personales y ustedes vieron la semana pasado en qué está el Gobierno, en qué está el PSOE, que es en dar respuesta a la economía española", ha asegurado la ministra al ser preguntada sobre si la salida de Lastra estaría relacionada con el debate sobre la estructura del PSOE.

En una entrevista en TVE, Isabel Rodríguez ha aseverado que se trata de una decisión "personal" en un momento "especial para ella" y le ha trasladado su "gratitud" por el desempeño durante este tiempo al frente del cargo.

Una versión que ha refrendado el presidente del Gobierno y secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, a través de un mensaje en Twitter, en el que ha agradecido su "compromiso y entrega" durante estos años, calificándola como "socialista ejemplar".

 

"Seguiremos trabajando juntos", ha añadido el jefe del Ejecutivo en su mensaje en esta red social apenas una hora después de conocerse el comunicado de Adriana Lastra en el que confirmaba a primera hora de este lunes que dimitía como vicesecretaria general del PSOE.

Sin embargo, el papel de Lastra tras las elecciones andaluzas quedó debilitado. Su discurso en la noche electoral se volvió viral en las redes sociales una vez que la portavoz socialista  aseguró que era "evidente que Moreno Bonilla ha llegado a las elecciones tras superar la crisis del Covid con los ingentes recursos aportados por el Gobierno de España".

Además, la pelea con el número tres del partido, Santos Cerdán, ha terminado por dinamitar el PSOE. La relación entre ambos es, cuanto menos, tensa, a lo que hay que añadir la necesidad de un impulso al partido que Lastra ha allanado con su salida.

Sánchez se cobra así una víctima más: la cabeza de una de sus fieles. La misma que se sentó con Bildu y con ERC para negociar los acuerdos que han permitido mantener a Sánchez en el Gobierno,  pero aquella foto que la condenó para siempre no ha servido para salvarla, pues el presidente necesita cambios, necesita sobrevivir.