El torero guarda silencio sobre la firma de los papeles de divorcio con Paloma Cuevas y sobre el próximo evento familiar, la comunión de su hija menor, a la que no asistirá su novia
Después de meses de incertidumbre, Enrique Ponce está a un paso de firmar definitivamente el divorcio con Paloma Cuevas, aunque muchos medios de comunicación han asegurado que, a pesar de todo, goza de una muy buena relación con la madre de sus hijas. Además de la supuesta buena relación, el torero está sumergido de lleno en esta nueva temporada taurina y en la próxima comunión de su hija Bianca.
Sin embargo, en estos temas el diestro siempre se ha mostrado más reservado. Tras su faena durante el día de ayer en la Feria de San Isidro, cita a la que su novia Ana Soria no asistió, el torero no pronunció ni una palabra sobre los papeles del divorcio, que aun están por firmar, ni sobre los preparativos de la 'esperada' comunión. Enrique Ponce salió sin querer hacer declaraciones a la prensa, porque estos temas suponen cierto 'dilema'.
De largo, rascándose la nariz -tal vez por la incomodidad- y sin bajar la ventanilla, así pasó el torero en su vehículo por delante de los periodistas esquivando de esta manera las preguntas que buscaban despejar rumores.