| 30 de Abril de 2024 Director Benjamín López

× Portada España Investigación Opinión Medios Chismógrafo Andalucía Castilla y León Castilla-La Mancha C. Valenciana Economía Deportes Motor Sostenibilidad Estilo esTendencia Salud ESdiario TV Viajar Mundo Suscribirse
Mazón llega con fuerza frente a un Puig que necesita oxígeno político
Mazón llega con fuerza frente a un Puig que necesita oxígeno político

Los congresos que relanzan a PP y Compromís y que aprietan la pinza al PSPV

Puig necesita oxígeno político ante un PP con un nuevo líder pujante y con las encuestas a favor y un Més Compromís que ha renovado su ideario y acrecentado las críticas contra el PSOE

| H. G. Edición Valencia

Carlos Mazón se prodiga en actos, en intervenciones y en declaraciones. Agueda Micó impulsa su figura en entrevistas a medios de comunicación. El primero estrena liderazgo formalmente tras su elección en el congreso del PP en la Comunidad Valenciana. La segunda repite en el rol de secretaria general pero ahora al frente de un partido que ha cambiado su nombre, el del Bloc por Més Compromís.

Ambos comparten un protagonismo relanzado por sus cónclaves. Mazón, con un 99,6% de respaldo al mes siguiente de haber disputado las elecciones internas en las que arrasó ante el único rival que tuvo el valor o la osadía (que cada cual interprete) de plantarle cara en el PP: José Vicente Anaya, alcalde de Ayora. Mientras, Micó logró su reválida con el 61,7% de los votos frente a un pujante Alex Ruiz, primer edil de Bellreguart.

Un congreso, con la exposición pública que conlleva, fortalece y propulsa a sus actores principales, a sus protagonistas absolutos. La agenda pública del nuevo presidente del PP de esta semana ha estado aderezada de encuentros con colectivos médicos o con entidades valencianistas como Lo Rat Penat y la RACV; todo ello acompañado de declaraciones sobre los asuntos de actualidad de cada día y de ataques renovados, por parte de su formación, al president de la Generalitat, Ximo Puig.

El Partido Popular está de estreno, con la fuerza y las ganas que esta circunstancia impregna. Més Compromís ha variado más en la sustancia y en la nomenclatura que en la persona que la dirige, en exhibir menos su nacionalismo ( siempre latente) y buscar el nicho del electorado más sensible a ecología o feminismo. Ahora luce un nombre que refleja una metonimia y que identifica a la parte por el todo. Més Compromís realmente constituye una pata -la básica- de la coalición Compromís, de la que también forman parte Iniciativa o Els Verds; no obstante, con su nueva denominación parece que lo sea todo. Da pie a una confusión absorbente.

Y esa transformación ha ido acompañada de más reivindicación al gobierno estatal y más reproches a su principal socio en el Consell, el PSPV-PSOE, por no reclamar con mayor contundencia una cuestión fundamental como la financiación justa.

Por tanto, las andanadas de PP y Més Compromís sobre el partido del que es secretario general Ximo Puig han arreciado en las últimas semanas. Y esto únicamente acaba de empezar, ya que previsiblemente irá a más conforme continúe avanzando la legislatura (ya ha superado su ecuador) y se fijen las próximas elecciones.

Esta situación la afronta el principal partido del Consell con un síndic, Manolo Mata, sumido en la polémica que ha provocado él mismo al actuar como abogado defensor en una trama de corrupción que afecta a dirigentes de su propia formación. Le llega también al PSPV con un president de la Generalitat que ha tenido que desdecirse y ordenar nuevas restricciones a los valencianos cuando había asegurado que no lo haría con su famoso "no habrá marcha atrás". Todo ello después de haber cesado a 3.251 profesionales sanitarios en una muestra de relajación excesiva ante una pandemia que, como el propio Puig señala, "sigue ahí".

 

El PSPV necesita oxígeno político ante las muestras de caída en la tendencia de voto y agotamiento en la gestión que está dando. Le urge que llegue lo antes posible su congreso para relanzar la imagen de Puig. Sobre todo tras la defenestración de José Luis Ábalos, que pierde todo su poder para colocar a la legión de militantes a la que ha obsequiado con un cargo de renombre y de buena retribución.

Por eso ya ha anunciado -para que se hable de él y buscar protagonismo en la actualidad que reste el de sus adversarios- que lo celebrará del 12 al 14 de noviembre, aunque falta saber en qué provincia lo hará. Por alternancia, debería de tocarle a Castellón. No obstante, quedan todavía cuatro meses para esa cita. Quizás demasiados en un escenario tan cambiante, con el principal partido de la oposición reforzado y con el socio prioritario del PSPV más beligerante de lo que lo ha sido en el último bienio.