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Díaz ataca el punto débil de Espadas con ayuda de la vieja militancia socialista

Ella está recorriendo pueblo a pueblo, recortando distancia; él se centra en las capitales de provincia. Quedan tres semanas para el desenlace de las primarias y el PSOE-A está que arde.

Susana Díaz saluda a una simpatizante en un encuentro con militantes.

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Los candidatos a las primarias del Partido Socialista en Andalucía se afanan en estos días en la búsqueda de apoyos y en conseguir los avales necesarios de su militancia.

Aunque se han presentado al proceso cuatro candidatos, la lucha está protagonizada por sólo dos de ellos: la secretaria general del partido, Susana Díaz, y el alcalde de Sevilla, Juan Espadas; mientras tanto Manuel Pérez García y Luis Ángel Hierro, presentan candidaturas con poca fuerza entre los socialistas.

Díaz y Espadas se disputan esta partida. Dos pesos fuertes y con amplia trayectoria política, aunque desde planos muy distintos. Mientras que Díaz ha “mamado” socialismo desde muy joven, formando parte de la estructura orgánica del partido y presidiendo el Ejecutivo andaluz, Espadas se ha dedicado a la gestión dentro de la Junta de Andalucía, como presidente de la empresa pública EGMASA, como consejero de Vivienda y Ordenación del Territorio y ocupando la Alcaldía de Sevilla desde 2011, entre otros cargos.

Dos perfiles muy diferentes que se reflejan claramente en la precampaña que están desarrollando para estas primarias y que tendrán su desenlace el próximo 13 de junio. Hasta ese momento, cada día cuenta y ambos recorren Andalucía centrándose en territorios muy distintos.

Susana Díaz y el "tú a tú"

Parece que el escenario que se encuentra el equipo de Susana Díaz concuerda muy bien con el carácter de la líder socialista. Ella se maneja muy bien en las distancias cortas con los militantes y se está dedicando a visitar los pueblos con menor población de las diferentes provincias, incluso aquellos con menos de 500 habitantes, como por ejemplo Serrato (Málaga).

Y es que en el interior de la provincia malagueña ha encontrado Díaz muchos apoyos. Las comarcas de Guadalteba y la Axarquía, cargadas de pequeñas localidades con unos 5.000 habitantes, están siendo el lugar donde volver a reunirse con la militancia en un “tú a tú”.

Es aquí donde Susana llama por su nombre a los vecinos y se reúne “al fresco” en la plaza del pueblo con grupos de personas muy reducidos. La situación de pandemia favorece esta cercanía, en lugar de los grandes mítines.

Además de los apoyos de las secretarías generales de estas comarcas, Díaz ha sumado los avales en algunas ciudades más relevantes como Antequera, Marbella, Estepona y San Pedro de Alcántara.

Una precampaña que Díaz afronta mostrando un espíritu de superación ante grandes decepciones en lo profesional y en lo personal. El rechazo a su candidatura desde Ferraz es evidente, ni ha recibido un mensaje de Sánchez, ni se espera, ya que los apoyos de la dirección del partido a nivel nacional se dirigen hacia Espadas.

Pero el verdadero golpe se lo han asestado las personas más cercanas, aquellos con los que fue “uña y carne” en las anteriores primarias de 2017 contra Pedro Sánchez, los que formaron gobierno en la Junta con ella. Es el caso del senador malagueño Miguel Ángel Heredia o el portavoz del PSOE en el ayuntamiento de Málaga, Daniel Pérez, que han mostrado su sintonía con el proyecto de Espadas.

Sus íntimos se alejan, aunque esto parece no hacer mella en Díaz, que muestra su fortaleza ante los abandonos en su propio partido. También pesa sobre ella la pérdida de la Presidencia de la Junta, porque, aunque en las últimas elecciones fue el grupo más votado, al mismo tiempo registró los peores resultados en la historia del socialismo andaluz.

Juan Espadas en Archidona.

Mientras Susana pelea pueblo a pueblo, Espadas se vuelca en las grandes capitales de provincia. Las secretarías generales de Jaén, Málaga, Granada, Córdoba y Cádiz ya se han posicionado apostando por “un revulsivo” en el liderazgo del PSOE. Todos coinciden en que Susana representa un proyecto agotado y antiguo, mientras que el actual alcalde de Sevilla, aún no ha salido a la palestra en la cúpula socialista.

Espadas y sus luces y sombras

A pesar de los apoyos recibidos, Espadas no es nuevo y sobre su gestión pesan algunas sombras como el caso Isofotón, donde se otorgó supuestamente de manera irregular a esta empresa de fabricación de placas solares ayudas por valor de 80 millones de euros, tan sólo un mes después de su salida del cargo.

A todo ello se suma que Espadas está muy alejado del aparato orgánico del PSOE-A, se ha acercado mucho a los ciudadanos sevillanos por su cargo como regidor y muy poco a la militancia. Aun así parece ser el candidato de la “unidad” dentro de las filas en unos momentos que consideran “críticos” para la formación. El año de las primarias nacionales pesó y mucho para el PSOE. La fractura entre “susanistas” y “sanchistas” se traslada al plano regional con dos sevillanos optando a liderar la Junta.

Espadas y su equipo tienen “buenas sensaciones” y apuestan por el municipalismo como estrategia para captar votos. Su proyecto parece convencer a los alcaldes de las diferentes provincias y su estilo tranquilo en sus formas y su fondo, perfilan al regidor de la capital hispalense como un punto de encuentro para los socialistas, apostando por "la fraternidad" en la agrupación.

Ahora queda un proceso que durará menos de un mes para conocer al futuro candidato a la Junta de Andalucía, que será el contrincante del actual presidente, Juanma Moreno Bonilla (PP), en los próximos comicios dentro de un año aproximadamente.

Los equipos de ambos candidatos coinciden en que el actual presidente del Gobierno “no vota” y vale igual la opinión que la de cualquiera de los más de 46.000 afiliados que tiene el PSOE en Andalucía.



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