Las 5 playas y calas más espectaculares del Cabo de Gata y una cueva de cristal

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Manuela Herreros

Creado: 24.07.2024 | 17:30

Actualizado: 24.07.2024 | 17:30

El litoral almeriense es un destino perfecto para los amantes de la naturaleza y de las playas y calas salvajes y tranquilas, más aún si se trata del Parque Natural Cabo de Gata-Níjar. Así que te proponemos un recorrido por diez lugares imprescindibles de esta peculiar costa de aguas turquesas y cristalinas, rocas de formas imposibles y rodeadas del único desierto de Europa. Te contamos cómo llegar y todas sus carácterísticas.

Además, como no nos parece suficiente, añadimos una visita 'obligada' que deja impactado a todo aquel que se sumerge en la cueva de cristal más grande del mundo abierta al público: la Geoda de Pulpí. Una gran cueva de cristal que te querrás llevar este año como recuerdo de Almería.. 

Algunos consejos para sacarle partido al viaje es tener en cuenta que el aforo en los aparcamientos de algunas de estas playas es limitado en verano, aunque hay servicio de autobús para acceder de forma fácil desde los pueblos.

Playa de los Muertos

Situada en el municipio de Carboneras, a cinco kilómetros del centro del pueblo, esta playa es una de las más famosas del Cabo de Gata por la transparencia y el color azul del agua. Un paraíso de un kilómetro de longitud con unas rocas de lo más singulares y una superficie formada por pequeñas piedrecitas. 

​Para acceder a la playa de los Muertos se puede dejar el vehículo en un aparcamiento de pago que se encuentra justo encima del acantilado para descender andando por los senderos existentes. La dificultad es media-alta debido a que es un terreno escarpado y habrá que tener precaución con el baño por las corrientes y porque  hay desnivel y enseguida dejas de hacer pie.

Playa de los Genoveses

Está considerada como una de las mejores playas de España y no es para menos. La de los Genoveses una de las playas más largas del Cabo de Gata, su arena es fina y dorada y la entrada al agua es progresiva, así que es perfecta para toda la familia y para aquellos que practiquen nudismo, ya que es habitual en la zona.

Además, se encuentra a solo un kilómetro de distancia de la localidad de San José, por lo que el acceso es sencillo y hay aparcamientos. Aún así ten en cuenta que es una playa virgen y carece de servicios.
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La Isleta del Moro

Aunque menos salvaje, la Isleta de Moro es una de nuestros rincones favoritos del Parque Natural por su autenticidad. Se trata de una pequeña pedanía de pescadores, perteneciente a Níjar, casi rodeada por el mar, con una cala de 400 metros que es un placer para la vista y para el baño, ya que tiene unas aguas de excelente calidad.
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​Además del ambiente tranquilo del lugar, es perfecto para probar en algunos de sus bares y restaurantes el pescado fresco del Mediterráneo..

Cala de Enmedio

Las dunas fosilizadas de color blanco nos recuerda a la famosa Scala dei Turchi de Sicilia, pero seguimos en el Cabo de Gata para disfrutar de una de sus mejores calas. Eso sí, también será más complicado llegar a ella.
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​Arena, agua turquesa y pequeñas piscinas naturales son el aliciente perfecto para recorrer caminando los casi dos kilómetros que hay desde los dos posibles puntos de acceso. El más fácil desde la vecina Cala del Plomo (a la que se llega en coche por un carril de tierra) o desde Agua Amarga que presenta un desnivel más fuerte.

Playa de Mónsul

Nos reservamos para el final la más famosa de las playas del Cabo de Gata. La escena de la película Indiana Jones rodada en este lugar la convierte en un auténtico icono, aunque la verdadera artífice de su éxito es la naturaleza, que a través de erupciones volcánicas dibujó un extraordinario paisaje de formaciones rocosas.

La playa del Mónsul es de película y no es complicado acceder a ella desde Níjar, aunque tiene restricciones en verano.

La gran Geoda de Pulpí

Nadie que pise el Cabo de Gata se debería ir sin ver esta maravilla natural y por ello la proponemos como una visita obligada, entre playa y playa, la Gran Geoda situada en el municipio de Pulpí. Aunque hay una gran demanda para adquirir una entrada a la cueva, sin duda merece la pena adentrarse en esta joya de cristal, que es la más grande que se puede visitar en el mundo.