El PSOE de Castellón se desmarca de las estrategias sanitarias de Ximo Puig

El PSOE de Castellón se desmarca de la estrategia sanitaria impulsada por Ximo Puig que pretende cerrar los Centros de Información y Coordinación de Urgencias (CICU) de Alicante y Castellón para centralizarlo en Valencia. Un distanciamiento con el gobierno autonómico que ha permitido al Partido Popular y Ciudadanos sacar adelante con su abstención en la Diputación de Castellón dos mociones para instar a la Conselleria de Sanitat dirigida por Ana Barceló a dar marcha atrás en sus aspiraciones. Este hecho insólito ha contado además con el respaldo del portavoz de Compromís Ignasi García, quien también habría intentado impulsar una declaración institucional contra la centralización pero que finalmente no ha llevado a sesión plenaria. A pesar de ello, ha agradecido la abstención de los socialistas porque refleja el convencimiento de que existe una conciencia de lo negativo que resulta para la institución que representan emitir un voto en contra a una propuesta que “tan sólo pretende defender los intereses de la región y el trabajo de proximidad que desarrollan los trabajadores de los CICUs”.

Los partidos de la derecha se han remontado al año 2016, cuando la Conselleria de Sanitat ya planteó la centralización de los centros provinciales, para recordar a los diputados socialistas que entonces sí que vieron la necesidad de dar una respuesta rápida, eficaz y unánime contra esta maniobra. La muestra de una contradicción que para la portavoz de Ciudadanos, Cristina Fernández, forma parte de la tónica habitual de un PSOE que siempre atiende a la misma razón en sus actuaciones: “donde dije digo, digo Diego”. Asimismo, ha lamentado la opacidad con la que la Consellería quiere imponer sus deseos y exige que se explique a qué modelo atiende esta mejora, en qué va a consistir y dónde están las ineficiencias del actual sistema. Para la diputada de Ciudadanos el decreto sólo se puede enmarcar en el propósito de realizar “recortes sanitarios” porque, además, las alegaciones presentadas por los profesionales del gremio y los sindicatos también evidencian que “ obedece a estrategias políticas sin justificación sanitaria”.

La diputada de los populares Nieves Martínez ha querido acusar directamente al presidente de la Generalitat, Ximo Puig, de poner en práctica “el arte de engañar” a los ciudadanos cuando acudía a Castellón para alabar la gratitud del colectivo sanitario durante la pandemia. Y por ello se ha remitido a los datos que demuestran que los  CICUs aumentaron un 28% la atención durante el coronavirus en Castellón,  otro 50% en Valencia y casi un 40% en Alicante. Al igual que Ciudadanos, ha exigido mayor información sobre lo que quieren hacer para analizar lo que realmente conviene. “Sólo así se podrá debatir la propuesta”, afirma.

Por su parte, los socialistas, tratando de no chocar frontalmente con el gobierno autonómico, han justificado los cierres por tener un “carácter administrativo y no asistencial”. En palabras de la diputada Charo Miralles, la división geográfica de los CICUs no resulta eficaz porque debe atender a áreas funcionales. Así, asegura que la plantilla de trabajadores no sufrirán cambios y tampoco habrá modificaciones en las bases logísticas de los recursos de las áreas móviles. En este punto ha recordado que los centros asistenciales autonómicos cuentan con 50 unidades SAMU; 3 unidades de Soporte Vital Avanzado; 102 unidades de Soporte Vital Básico; y 2 helicópteros medicalizados, uno para la provincia de Alicante y otro para Castellón. Aún con estos argumentos, la decisión de abstenerse ha permitido a la derecha no tener obstáculos para dar luz verde a las mociones.