Detenida en Valladolid una madre por insultar y golpear a su hija de 10 años en un bar

La noche del pasado viernes, Valladolid fue escenario de un triste suceso que ha dejado consternada a la ciudadanía. Una mujer de 43 años fue detenida por la Policía Municipal acusada de un presunto delito de violencia en el ámbito familiar tras insultar y golpear a su hija de 10 años en un bar próximo a la Plaza Circular. El incidente, que tuvo lugar alrededor de las 00.10 horas, fue denunciado por testigos que presenciaron el lamentable espectáculo.

Según fuentes policiales, la mujer, en un evidente estado de embriaguez, llevaba desde las 18.00 horas consumiendo alcohol en el establecimiento, acompañada de su hija. La menor, con una madurez impropia de su edad, intentó en varias ocasiones convencer a su madre para que abandonaran el local y regresaran a casa, pero sus súplicas fueron ignoradas. La situación escaló cuando la madre, cada vez más alterada, llegó a insultar a la pequeña, llamándola "mala hija", y a golpearla en una pierna, según relataron los testigos.

La camarera del bar y varios clientes, que conocían a la mujer como clienta habitual, alertaron a las autoridades ante la gravedad de los hechos. Una de las testigos explicó a los agentes que la madre perdió los nervios ante las insistentes peticiones de la niña, lo que desencadenó la agresión. La escena, descrita como "desgarradora" por quienes la presenciaron, llevó a la rápida intervención de la Policía Municipal.

Los agentes, al llegar al lugar, hablaron en privado con la menor, quien, con voz temblorosa, confesó que su madre "bebía mucho los fines de semana" y que su comportamiento agresivo era habitual en esas circunstancias. La niña, visiblemente asustada, pidió que contactaran con su padre, ex pareja de la detenida, para que la recogiera. El hombre acudió al bar y se hizo cargo de la menor, ofreciéndole el refugio que tanto necesitaba en ese momento.

Tras recabar los testimonios y constatar los hechos, los policías procedieron a la detención de la madre, que ahora enfrenta cargos por violencia en el ámbito familiar. Este caso pone de manifiesto, una vez más, las devastadoras consecuencias del abuso de alcohol y la importancia de proteger a los menores en situaciones de vulnerabilidad.

La sociedad vallisoletana, conmocionada, espera que este suceso sirva para reforzar las medidas de prevención y apoyo a las víctimas de violencia doméstica, especialmente cuando los más indefensos, como esta niña de 10 años, son quienes sufren las consecuencias de los actos de sus mayores.