Tesoros naturales: 7 bosques de ensueño en Castilla y León

Los bosques son tesoros naturales que abarcan un tercio de la superficie terrestre y pueden dividirse en tres categorías principales: bosques templados, tropicales y boreales.

En este artículo nos adentraremos en la belleza de los bosques templados, Los bosques de Castilla León así como otros de la península en Cantabria, País Vasco, Galicia o el Pirineo, son bosques templados.

Nos centramos en los bosques ubicados en la hermosa región de Castilla y León. A través de este viaje virtual, descubriremos siete bosques encantados que te cautivarán con su diversidad y esplendor. Desde Ávila hasta Palencia, cada rincón de esta región te reserva sorpresas inolvidables.

7 bosques con encanto en Castilla y León

Los bosques templados, como los que encontramos en Castilla y León, se caracterizan por experimentar variaciones de temperatura a lo largo del año debido a la presencia de cuatro estaciones distintas.

Abundantes precipitaciones dan lugar a suelos fértiles que sustentan una flora diversa, incluyendo castaños, encinas, pinos negros,  robles y abedules. Además, estos bosques albergan una rica fauna que incluye ciervos, ardillas y osos, entre otros.

El Pinar de Guisando (Ávila)

Situado al sureste de la provincia de Ávila, el Pinar de Guisando es un rincón de la naturaleza protegido por la Red Natura 2000 como Zona de Especial Conservación y Zona de Especial Protección para las Aves. Aunque su extensión es reducida, este espacio natural ofrece una gran variedad de paisajes. El cerro de Guisando, que se eleva a 1.300 metros sobre el nivel del mar, destaca en esta zona.

El pino resinero, con sus extensos pinares, es la especie arbórea predominante en este bosque, acompañado por el pino negro y un pequeño grupo de castaños centenarios. Las laderas este y sur del cerro están pobladas por encinas y enebros de la sierra, añadiendo diversidad a este rincón natural.

Las tierras de Guisando ofrecen un espectáculo paisajístico diverso, con altitudes que varían desde los 400 metros en las Gamellejas, cerca del río Tiétar, hasta los 2.392 metros en el pico de La Mira, en el corazón del macizo Central de Gredos.

El bosque de pinos resineros reina en este paisaje, compartiendo espacio con el pino albar y el acebo en los rincones más resguardados y altos.

Dos árboles emblemáticos, el "Pino Bartolo" con más de 500 años de antigüedad y el "Pino la Víbora" con más de 200 años, resaltan en el pinar, añadiendo un toque de historia a este entorno natural.

El Bosque de Béjar (Salamanca)

A tan solo un kilómetro de la ciudad de Béjar, en la provincia de Salamanca, se encuentra el Bosque de Béjar. Este parque señorial fue construido por los duques de Béjar y ofrece una experiencia natural única. Rodeado de aguas, fuentes, estanques y árboles gigantescos, este bosque data del siglo XVI.

El recorrido por este parque permite contemplar un antiguo palacete del siglo XVI y un amplio estanque que antaño era navegado por pequeñas embarcaciones.

La densa arboleda del lugar alberga árboles de gran altura, tanto autóctonos como foráneos, que datan de la misma época que el parque en sí. Con la llegada de las distintas estaciones, este bosque se ve de colores cambiantes, ofreciendo un espectáculo visual inolvidable.

Robledal de Canicosa de la Sierra (Burgos)

A la salida de la población de Canicosa de la Sierra, por la carretera que conduce a Navaleno, nos encontramos con un impresionante robledal que alberga ejemplares centenarios. Uno de los aspectos más notables de este bosque es la presencia del "Pino Roble", un pino albar que crece en la oquedad del tronco de un roble centenario.

Desde este paraje se puede disfrutar de una vista espectacular del pueblo de Canicosa de la Sierra en el valle, con la Sierra de la Demanda al fondo, donde se ubican las Lagunas de Neila y el nacimiento del río Arlanza. En invierno, las cumbres de la Sierra se cubren de nieve, creando un paisaje mágico y blanco.

Pinos de la Laguna Negra (Soria)

El Parque Natural Laguna Negra y Circos Glaciares de Urbión es un espacio protegido ubicado en los Picos de Urbión, en la comarca soriana de Pinares en Castilla y León. La mayor parte de la superficie del parque se encuentra a una altitud de más de 1.700 metros y presenta un paisaje glaciar modelado en el cuaternario, con numerosas lagunas de origen glaciar.

Una vasta masa de pino negro y pino silvestre ocupa los valles del Revinuesa y del Duero, creando un paisaje impresionante. En las laderas sombrías, por encima de los 1.400 metros de altitud, se encuentran hayas, mientras que en los lugares rocosos se desarrolla un bosque de mezcla entre pino albar y otros árboles.

En las alturas superiores a 1.800 metros, donde las condiciones climáticas son extremas, se encuentran pastizales de montaña y matorrales con especies como el biercol, enebro y arándano.

La fauna de este parque es igualmente impresionante, con mamíferos como ardillas, garduñas, zorros, comadrejas, tejones, ciervos, corzos y jabalíes. Además, ocasionalmente se pueden avistar lobos, nutrias y visones europeos.

Castañar de Villar de Acero (El Bierzo en León)

Dentro de la Reserva de Ancares, en Villar de Acero (León), se encuentra un tesoro natural singular: el Castañar de Villar de Acero. En el corazón de esta localidad, se yergue majestuoso "El Campano", un castaño que ha visto pasar los siglos.

Se estima que tiene alrededor de 800 años, lo que lo convierte en uno de los árboles más emblemáticos y antiguos no solo de la zona sino de toda Europa.

Ubicado en uno de los sotos próximos al pueblo, este castaño gigante es un símbolo de la historia viva de la región. Su edad exacta es difícil de determinar sin un análisis de los anillos de su tronco, pero los biólogos estiman que tiene aproximadamente 800 años.

Sabinar de Calatañazor (Soria)

El Sabinar de Calatañazor, situado en la provincia de Soria, es uno de los bosques de sabinas mejor conservados del mundo. Este entorno se desarrolla en terreno llano, de carácter calcáreo, a 1.000 metros de altitud.

Algunos de los ejemplares de sabinas en este bosque alcanzan una altura impresionante, superando los 14 metros y tienen cerca de dos mil años de existencia.

Las condiciones climáticas extremas de la zona, con fríos invernales intensos y prolongados, heladas tardías, sequías estivales y fuertes contrastes térmicos, han limitado la vida de muchas especies vegetales en este entorno. Solo unas pocas especies han logrado adaptarse, y entre ellas destaca la sabina albar (Juniperus thurifera).

Esta especie se ha desarrollado con órganos adaptados para reducir la transpiración, como hojas aciculares cubiertas por una gruesa cutícula, y ha desarrollado aparatos radicales que le permiten acceder al agua y los nutrientes necesarios en estas condiciones adversas.

Robledal de Estalaya (Palencia)

La senda del Roblón de Estalaya es una ruta que te lleva a través del robledal de Estalaya, situado en la montaña Palentina de Palencia.

El protagonista de esta ruta es "el abuelo", un roble albar con más de 800 años, conocido como el "Roblón de Estalaya". Este árbol gigantesco parece salido de un cuento de hadas,  con 17 metros de altura y un perímetro en la base de 10,6 metros, es uno de los robles más grandes y antiguos de la montaña Palentina, e incluso de toda la Península Ibérica.

La ruta es sencilla y circular, comenzando en Cervera de Pisuerga y pasando por el embalse de la Requejada. Ofrece vistas impresionantes y un recorrido que se puede realizar en alrededor de 1 hora y 30 minutos. La ruta tiene un desnivel de 100 metros y te sumerge en un paisaje repleto de castaños.

En conclusión, los bosques de Castilla y León son auténticos tesoros naturales que merecen ser explorados y valorados. Cada uno de los bosques mencionados en este artículo posee su propia belleza y características únicas. Desde el Pinar de Guisando con sus pinares y castaños hasta el Sabinar de Calatañazor con sus antiguas sabinas, estos bosques son un testimonio de la biodiversidad y la riqueza natural de esta región.

Explorar estos bosques es una oportunidad para conectarse con la naturaleza, disfrutar de paisajes impresionantes y descubrir la historia que se esconde detrás de árboles centenarios. Castilla y León.

Pasear por estos lugares nos brinda la oportunidad de apreciar la belleza y la importancia de nuestros bosques templados, recordándonos la necesidad de preservarlos para las futuras generaciones. Si te ha gustado el artículo compártelo en tus redes sociales y déjanos un comentario con tu opinión.