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"Ni que Fuéramos Shhh" arrasa en Ten y amenaza a Ana Rosa con "un infierno"

El "nuevo Sálvame" se estrena en la televisión en abierto y lo hace anotando unos registros que doblan la media habitual de la cadena. Ya son una opción para las tardes televisivas.

Ni que Fuéramos Shhh progresa adecuadamente, ahora en la parrilla televisiva convencional.

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El nuevo Sálvame, Ni que fuéramos Shhh han arrancado en televisión convencional. Lo hacen, tal y como les ha venido contando ESdiario, en Ten, en la TDT de todos los hogares españoles.

Y no han arrancado mal. Este programa de Fabricantes Studios ha declarado la guerra a Telecinco y están dispuestos a arrebatarle telespectadores en esta franja tan delicada para Mediaset España.

En el primer programa no les ha ido nada mal. Han comenzado con un 3.2% de cuota de pantalla y 258.000 espectadores de media en su franja de emisión (de 15:45 a 20h), que este lunes se extendió a las cuatro horas, una más de lo que venía siendo habitual, para dar mayor cobertura al reencuentro de Kiko Hernández con sus compañeros y, sobre todo, a la entrevista de Marta Riesco.

La cadena de TDT Ten escala así 4 posiciones pasando del puesto número 14 al número 10 en comparación al lunes pasado, subiendo así su media diaria un 0,6% hasta el 1,6%.

La elección de la periodista Riesco no es una coincidencia. Los chicos de Ni que fuéramos Shhh la han elegido porque se trata de una de las mayores enemigas de Mediaset y, sobre todo, de Ana Rosa Quintana y de su productora Unicorn Content, de la que Marta fue despedida fulminantemente.

La ex reportera de la cadena de Fuencarral no se cortó en directo y contaba que uno de los momentos más difíciles en su vida fue cuando recibió su carta de despido tras una década trabajando como reportera de televisión. Marta aseguraba que se ha sentido maltratada por el medio porque “fue profundamente injusto conmigo”. “Yo cometí muchísimos errores como persona que estaba detrás de las cámaras, no supe gestionar lo que suponía estar delante y todo el mundo se aprovechó de eso”, confesó, haciendo hincapié en la "poca empatía" de los que le rodeaban.

Lo vómitos de Marta Riesco

Sus últimos días en televisión daba una imagen de mujer altiva y segura de sí misma en medio del triángulo amoroso con Olga Moreno y Antonio David Flores y los insultos que recibía en algunos programas. “Las audiencias eran lo que importaba y daba igual cómo me sintiera porque hacía buenos números. Me faltaron consejos. Cuando daba esa audiencia me adoraban, me querían, me invitaban a las mejores fiestas, no me faltaban WhatsApp... Cuando llega la carta de despido todo se termina y se veta mi nombre en la cadena”.

Y todo eso lo contaba Marta Riesco en estricta franja de coincidencia con su ex jefa Ana Rosa y su TardeAR. Su vida dio un giro radical cuando comenzó a protagonizar polémicas que dañaban la imagen de la cadena. “Estaba en una vorágine donde no sabía qué hacer, no sabía el camino que tenía que coger, tomaba malas decisiones y parecía que todo el mundo las aplaudía. No me reconocía a mí misma ante el espejo, la forma de hablar... Me quitaron lo que mejor tenía, mi simpatía y optimismo”, aseguró.

“Yo mostraba una personalidad pero cuando los focos se apagaban, iba a los baños a vomitar. Tomaba pastillas para controlar los nervios, lloraba todo el rato, no me quería levantar de la cama. Pero una vez los focos se encendían pensaba en lo que me gustaba mi trabajo y no me podía permitir ser vulnerable en este medio porque me iba a pasar factura. Probablemente me tendría que haber mostrado más vulnerable que segura para que la gente me hubiese entendido mejor”, reconoció, siendo consciente de que se convirtió en un personaje muy odiado de Telecinco.

En resumen, este infierno que relataba Riesco y la presencia de Kiko Hernández fue lo más visto de Ten. Han vuelto para quedarse.

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