Paula Echevarría no quiere "casarse" con Miguel Torres y este es el motivo de peso
La actriz y el exfutbolista parecen la viva imagen de la felicidad y la estabilidad... Entonces ¿por qué no suenan campanas de boda?

Miguel Torres y Paula Echevarría, felices y contentos tal y como están.
Deslumbrante y derrochando amor con Miguel Torres, además de presumir de un intenso bronceado con un juvenil look compuesto por un conjunto de minifalda y chaqueta cropped repleto de brillos, y unas botas mosqueteras. Así reapareció Paula Echevarría en la presentación del nuevo lanzamiento de Samsung después de una temporada lejos del foco mediático tras haber rodado en Tenerife su primer proyecto interpretativo en los últimos cinco años, la serie Arcadia junto a William Levy.
"Empezando el 2025 con muchas cosas por delante, muchos proyectos, muchas ganas y con las pilas muy cargadas, la verdad. Tres meses que me he tirado allí y la verdad es que súper bien, ha sido súper positivo. Hacía muchísimo tiempo que no hacía ficción pero es como montar en bici, no se olvida. Pero es verdad que no era consciente de lo que lo echaba de menos hasta que me volví a ver otra vez con la claqueta delante a punto de rodar", confesó.
Sin embargo, y como asegura, no se arrepiente de haber aparcado su carrera para dedicarse a su familia: "Todo tiene su tiempo. Cuando hice ese parón era también porque de alguna manera lo necesitaba, me lo pedía el cuerpo. Era un momento de mi vida que quería hacer otra cosa, que era estar en casa y estar con mis hijos y porque tenía otros trabajos que me podían permitir hacer eso. Y porque a lo mejor no necesitaba tanto alimentar mi ego de alguna manera y podía decir no, y la verdad es que no me arrepiento".
Precisamente este fin de semana Paula y Miguel Torres celebraron la boda de la hermana del exfutbolista, Mónica. Un día muy especial en el que la actriz cogió el ramo de la novia y su chico "casi se desmaya": un momento que compartió en rede sociales, con una imagen en la que la cara de su chico lo decía todo. Y es que como explicaba ante las cámaras minutos antes, no hay mayor compromiso que un hijo, y no cree necesario formalizar su relación dándose el "sí quiero". Sin embargo dejó la pelota en el tejado de la asturiana retándole a que sea ella quién le pida matrimonio a él.
Entre risas, el exjugador del Real Madrid explicó que "yo siempre digo que a Paula se lo pidieron ya una vez, que si quiere volver a pasar por ese momento debería experimentar el pedirlo ella dentro de la normalidad". "No es cuestión de pedirlo o no pedirlo, yo creo que la mayor muestra de lealtad en una pareja es tener un niño, y para mí ese es el mejor de los deseos y no considero que un papel o una firma nos vaya a llevar a un punto diferente", matizó, no obstante.
Miguel Torres deja la pelota en el tejado de Paula Echevarría
"Yo ya me casé y me divorcié (de la modelo María Plaza). Paula también se casó y se divorció (de David Bustamante), hemos vivido esos momentos y yo creo que cuando uno está bien y le funciona su vida tal y como está, no lo consideramos ahora totalmente necesario", explicó con sinceridad.
Sin embargo, y por si 'cuela', Miguel dejó 'la pelota en el tejado' de su pareja al confesar que le haría "gracia poder trasladar a Paula experimentar lo que significa pedirlo, que uno se tiene que preparar también para el momento y sorprender a la pareja y bueno, a mí nunca me han sorprendido pidiéndomelo".
Algo que cree que Echevarría "no haría nunca porque para eso es muy clásica" por lo que, como aseguró con una sonrisa, "a este paso no hay boda, yo creo que vamos a tener que dejar de insistir".
Dicho y hecho, la actriz confirmó las sospechas de su pareja: "Pues que espere sentado, pues ya os lo digo, que espere sentado, y esto no es ni machismo ni feminismo ni nada, es que espere sentado", respondió entre risas, asegurando "es una excusa perfecta, él me pasa la bola y yo se la paso, ya está ahí, hasta que tengamos 80 años".
En cuanto a los motivos de la no boda, quiso concluir que "no es que se pierda la ilusión" porque ambos hayan estado casados y estén divorciados, ya que "la ilusión es la convivencia": "La boda es un fiestón, pero podemos hacer una fiesta en nuestra casa cualquier día, te quiero decir que no es necesario... aunque luego nos dirían qué feo casarse por solo en la fiesta. Los dos estamos bien como estamos. Si estamos bien así, ¿pa' qué andar meneando? No vaya a ser...".