Lydia Lozano tira de sentido del humor en el tanatorio tras la muerte de su ser más querido
Dicen que al mal tiempo, buena cara, y la televisiva periodista del corazón se lo ha tomado muy en serio intentando sacar el lado positivo tras el durísimo golpe que la vida le acaba de asestar.

Lydia Lozano intentó mantener el buen talante en un día tan duro para ella.
Lydia Lozano abandonó el madrileño Tanatorio de La Paz, en Tres Cantos, tras pasar toda la tarde recibiendo a todos los seres queridos que se acercaron hasta allí para transmitirle su pesar por el fallecimiento de su madre, Sol Hernández, a los 95 años de edad.
Rostros conocidos como Belén Esteban, María Patiño, Omar Suárez, Kiko Hernández, Carlota Corredera, David Insua, Raúl Prieto o José Manuel Díaz-Patón no han dudaron en desplazarse hasta allí para arropar a la colaboradora.
Tras muchas horas Lydia no pudo soportar más el cansancio y el dolor por la muerte de su madre (se enteró el martes por la noche en Barcelona, horas antes de iniciar su firma de libros) y abandonó a última hora de la tarde del miércoles el tanatorio.
Muy emocionada, la periodista atendió a la prensa y aseguró que se marchaba porque "me enteré a las once de la noche, no he cerrado los ojos ni un momento y no puedo más", pero asegurando que "he disfrutado porque a todo el mundo le encantado la foto que he puesto de ella".
Además, Lydia confesó sentirse muy orgullosa "de los amigos y de los buenos compañeros que tengo porque me he sentido muy arropada" y tirando de sentido del humor en un día tan complicado para ella sentenció: "Yo heredé de ella el colesterol malo y el pelo bueno".