30 de septiembre de 1955
70 años sin James Dean: Vida, amores y el misterio de su accidente mortal
Su vida terminó trágicamente a los 24 años en un accidente automovilístico en 1955, generando especulaciones sobre su muerte y sexualidad. Su espíritu rebelde y autenticidad lo mantienen como un símbolo cultural eterno.

James Dean.
Hay actores que pasan a la Historia más que por su talento o su contribución artística como símbolos de un momento social y político concreto. Es el caso de James Dean. Su carisma, intensidad y espíritu rebelde lo han convertido en un símbolo cultural que ha trascendido el tiempo. Conocido como Jimmy, Dean dejó una huella imborrable con solo tres películas en Al este del Edén, Rebelde sin causa y Gigante, filmes que han pasado a la Historia por su capacidad de reflejar un momento de revulsivo social en Estados Unidos. Una sociedad que empezaba a vivir un espectacular crecimiento económico diez años después de la II Guerra Munida y una generación que no la había vivido y comenzaba a reclamar su propios yo.
Obviamente, su muerte a los 24 años siendo un ídolo juvenil ayudó a cimentar su mito. Y es que el culto a la velocidad también formaba parte de la mística juvenil de los 50. También en París vivían escandalizados por las carreras de coches en las que participaban los jóvenes de la Jet Set como Porfirio Rubirosa o la escritora Françoise Sagan, icono de la 'angustia vital' post-existencialista.
Más allá de la pantalla, Dean era un apasionado de los automóviles y las carreras. Con las ganancias de Al este del Edén, adquirió varios vehículos, incluido un Porsche 356, y participó en competiciones donde demostró su audacia, logrando resultados destacados que reflejaban su amor por el riesgo. Soñaba con dedicarse profesionalmente al automovilismo, pero Warner Brothers le prohibió competir mientras filmaba Gigante junto a Rock Hudson y Elizabeth Taylor. Frustrado, Dean compró un Porsche 550 Spyder, al que apodó Little Bastard, para saciar su pasión por la velocidad.
Un accidente mortal
El 30 de septiembre de 1955, tras concluir el rodaje de Gigante, Dean decidió conducir su coche desde Los Ángeles hasta una carrera en Salinas (California) acompañado por su mecánico, Rolf Wütherich. En el cruce de las rutas 41 y 46 en Cholame (California) un Ford Tudor 1950, conducido por un joven, se interpuso en su camino. Dean intentó evitar la colisión, pero el impacto fue inevitable: el Porsche chocó de frente y lateralmente contra el Ford. Una enfermera que llegó al lugar encontró a Dean con el cuello roto y un pulso apenas perceptible. Falleció en el acto a los 24 años. Wütherich, expulsado del vehículo, sufrió múltiples fracturas, mientras que el conductor del Ford escapó con lesiones menores. En 1977, se erigió un monumento en honor a Dean cerca del lugar del accidente.
Chismógrafo
El 'club de los 90': Los supervivientes de la Edad Dorada del cine, de Clint Eastwood a Sofía Loren
David González
La muerte de Dean ha generado especulaciones durante décadas. Un documental de Channel 5 en 2005 cuestionó la versión oficial, sugiriendo que Dean no intentó esquivar el Ford, sino que frenó repentinamente. También se afirmó que no murió instantáneamente, sino que fue expulsado del vehículo, golpeó el parabrisas del Ford y cayó de nuevo en el asiento del copiloto del Porsche. Bill Hickman, amigo cercano de Dean, aseguró haberlo encontrado con vida en el lugar y que murió en sus brazos poco después. El conductor del Ford afirmó no haber visto el Porsche y señaló que dos cuerpos salieron despedidos: el de Wütherich, que cayó en la cuneta, y otro que impactó contra su coche antes de volver al Spyder.
Estas versiones alimentaron teorías sobre un posible intento de suicidio. Algunos apuntaron que Dean no maniobró para evitar el choque, según el testimonio de Wütherich, y que días antes había visitado a amigos en una aparente despedida, dejando incluso a su gato al cuidado de Elizabeth Taylor "por si le pasaba algo en la carrera". Sin embargo, esta hipótesis carece de respaldo sólido, ya que las marcas de frenado en la carretera indican que intentó evitar el impacto, y es poco probable que pusiera en riesgo la vida de su copiloto o del otro conductor.
Los amores de un ídolo juvenil
La personalidad magnética de Dean, su desafío a las normas y sus relaciones personales siguen fascinando. En 2001, Elizabeth Taylor, su amiga y compañera en Gigante, afirmó que Dean era gay. El libro Jimmy: The Secret Life of James Dean (2001) de Jason Colavito reveló detalles sobre su sexualidad, incluyendo una presunta relación con Rogers Brackett, un ejecutivo que lo habría chantajeado. Dean conoció a Brackett cuando trabajaba como aparcacoches, y antes del estreno de Al este del Edén, Brackett exigió 1.200 dólares como compensación por el apoyo económico brindado en sus inicios. Dean le habría pagado 800 dólares para evitar un escándalo, que varias personas ayudaron a encubrir.

James Dean en 'Al este del Edén'.
En 2016, James Dean: Tomorrow Never Comes de Darwin Porter y Danforth Prince describió una relación sexual con tintes sadomasoquistas entre Dean y Marlon Brando. Algunos sugieren que sus relaciones con hombres respondían a intereses profesionales, mientras que otros lo consideran bisexual o, como afirmó Taylor, gay. Independientemente de las especulaciones, Dean vivía su vida con una autenticidad que desafiaba las convenciones de su tiempo.
Lo cierto es que se le conocieron varias novias oficiales. Empezando por Úrsula Andress que estaba recién llegada a Hollywood. La actriz suiza recibió toneladas de atención mediática por su romance con Dean. A su muerte, la prensa europea habló sin parar de belleza que había conquistado al americano.
Sin embargo, quien ha pasado a la historia como 'viuda' del actor esa es la italiana Pier Angeli. Su romance hizo correr ríos de tinta, sobre todo cuando se supo que la madre de la actriz impedía la relación entre ambos y se acabó casando con Vic Damone. El día de la boda, Dean, cumplió con su leyenda y estuvo dando vueltas con la moto alrededor de la iglesia. La vida de Pier Angeli, como la de otros vinculado a Dean, parece también estar marcada por el halo trágico del actor y se suicidó con sólo 41 años.