Guillermo y Estefanía ya son Grandes Duques de Luxemburgo: la pareja que se incorpora al club Royal

A las 11 de la mañana del viernes 3 de octubre, Enrique de Luxemburgo ha firmado oficialmente su renuncia a la corona y traspasado la misma a su hijo mayor Guillermo que se convierto en el Gran Duque (título equivalente al de Rey) de Luxemburgo. En Europa sólo quedan diez monarquías. Pero, ¿quién es el nuevo Jefe de Estado por designación de sangre que se suma al club al que en los últimos años han accedido Felipe VI de España, Carlos III de Inglaterra o Federico X de Dinamarca?

Guillermo, nacido el 11 de noviembre de 1981, es el mayor de cinco hermanos y, a sus 42 años. Su ascendencia combina la nobleza europea, con linajes reales de Países Bajos, Bélgica, Suecia, Austria, Liechtenstein, España y Portugal, y raíces cubanas por parte de su madre, María Teresa Mestre, quien proviene de una familia acaudalada con negocios en Sudamérica, Estados Unidos y Suiza. Desde joven, Guillermo fue preparado para su futuro rol, recibiendo una educación completa en instituciones de prestigio. Estudió Ciencias Políticas en la Universidad de Angers, en Francia, y completó su formación militar en la Real Academia Militar de Sandhurst, en Reino Unido, forjando una sólida base académica y militar similar a la de la princesa Leonor.

En 2012, Guillermo contrajo matrimonio con Estefanía de Lannoy, nacida el 18 de febrero de 1984 en Bélgica, hija menor del conde Felipe y Alix della Faille, con ascendencia de los príncipes de Ligne. Estefanía, criada en Bélgica, estudió en instituciones de Bélgica y Francia, y se especializó en filología germánica, con enfoque en el Romanticismo alemán y ruso, tras una estancia en Moscú para estudiar lengua y literatura rusas. Antes de unirse a la familia Gran Ducal, trabajó en una compañía de inversiones. La boda, celebrada el 20 de octubre de 2012 en la catedral Santa María de Luxemburgo, fue un evento emblemático donde Estefanía lució un vestido de Elie Saab y la tiara de su familia. Actualmente, la pareja reside en el castillo de Berg y tiene dos hijos: el príncipe Charles, nacido el 10 de mayo de 2020, en medio de la pandemia y de controversias sobre las finanzas reales, y el príncipe François, nacido tres años después, consolidando el futuro de la monarquía luxemburguesa. La llegada de Charles, como destacó María Teresa a Paris Match, trajo esperanza en un contexto de crisis sanitaria global, mientras que el nacimiento de François permitió a Estefanía dedicar tiempo a sus hijos, aunque estuvo presente en la ceremonia de lugartenencia de Guillermo el 8 de octubre de 2024, un paso previo a la abdicación del Gran Duque anunciada en Navidad.

Guillermo destaca por sus intereses personales, que complementan su preparación como Gran Duque. Apasionado por la música, toca el violín y la guitarra, un talento heredado de su madre, y describe esta actividad como una forma de relajación y expresión personal. Su amor por el arte se refleja en su gusto por la lectura de libros de historia, lo que le otorga una comprensión profunda de los acontecimientos actuales. En el ámbito deportivo, practica tenis, natación y esquí, actividades que lo conectan con la naturaleza y lo ayudan a aliviar las presiones de sus deberes. Estefanía, por su parte, muestra un fuerte compromiso con la investigación sobre el ictus, la agricultura sostenible y, especialmente, la promoción de las artes y la artesanía, causas que ha apoyado desde su incorporación a la familia Gran Ducal.

Ambos están profundamente involucrados en la sociedad luxemburguesa. Guillermo forma parte del consejo de la Fundación Kräizbierg, que apoya a personas con discapacidad, y preside honoríficamente el Consejo de Desarrollo Económico de Luxemburgo. Ahora la pareja comienza a escribir un nuevo capítulo en la historia luxemburguesa.