| 25 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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Ana Obregón y Alessandro Lequio, en una foto de archivo.
Ana Obregón y Alessandro Lequio, en una foto de archivo.

Lequio arruina la llegada a Ana Obregón y su nieta con una tajante advertencia

El conde y colaborador televisivo avisa a quien fuera su mujer de sus planes de vida, que no pasan precisamente por recuperar el contacto con la bióloga, actriz y presentadora.

| ESchismógrafo Chismógrafo

Alessandro Lequio no faltaba, tal y como ha comprobado ESdiario, este jueves 1 de junio a su cita con El Programa de Ana Rosa. El televisivo conde analizaba la actualidad social de este día en animada charla con Ana Rosa Quintana y Joaquín Prat.

Pero llegaba el momento de retomar la llegada de su 'ex', y madre de su fallecido hijo Aless, a España tras haber pasado unos meses allí instalada para recibir al mundo a su hija-nieta Ana Sandra Lequio.

 

El abuelo de la criatura recién nacida ya ha advertido que no iba a pronunciarse sobre el asunto, pero sí ha querido puntualizar lo siguiente: "no forma parte de mi vida [Ana Obregón], yo tengo mi familia y vivo ahora mismo por mi hija Ginevra Ena ". 

Una vez aclaradas sus intenciones, el programa de Telecinco ha emitido un vídeo en el que el entorno de Ana Obregón han asegurado que la recién nacida Ana Sandra se parece mucho físicamente a su padre Alex... pero el Conde también en este ha echado un jarro de agua fría diferenciando claramente a ambos bebés, porque la recién nacida es morena y con mucho pelo y Aless Lequio Obregón "era muy rubio y con poco pelo".

Alessandro Lequio y sus 4 millones de euros

Y ha querido dejar claro también un gran detalle Lequio antes de zanjar el asunto de su ex, la Fundación Aless Lequio, que preside Ana Obregón y de la que él es vicepresidente, destinada para recaudar fondos para  la investigación del cáncer infantil, se puso a funcionar gracias a una importante donación que él mismo hizo y que asciende nada más y nada menos que a cuatro millones de euros.

 

Todo ello se produce unas horas después de que la feliz madre-abuela aterrizase en Madrid. Tal y como ha contado en ESchismógrafo nuestro cronista Jesús Manuel Ruiz.