| 10 de Mayo de 2024 Director Benjamín López

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Rodolfo Sancho y su hijo Daniel, viendo un partido de tenis en 2011. Europa Press.
Rodolfo Sancho y su hijo Daniel, viendo un partido de tenis en 2011. Europa Press.

Un amigo de Daniel Sancho revela que su padre “estaba hasta los huevos”

El testimonio anónimo recogido por una revista recuerda su adolescencia agresiva y rebelde que obligaba a Rodolfo a sacarle constantemente de grandes problemas.

| Juan Ruiz Chismógrafo

El asesinato y descuartizamiento de Edwin Arrieta a manos de Daniel Sancho, hijo de Rodolfo Sancho y nieto de Sancho Gracia, ha sacado al verano de la eterna monotonía y el letargo habitual de todos los años. Desde que se conoció la noticia, no hay hora a lo largo del día que no se ofrezca un nuevo testimonio de personas relacionadas con el caso, sobre todo con el asesino confeso.

El último ha sido impactante y lo desvela la revista Lecturas, que ha tenido acceso a un amigo íntimo del presunto asesino, que forma parte de su entorno más cercano desde que eran niños, revelando cómo fue la etapa más problemática hasta ahora del Daniel y cómo había llevado a su padre hasta la desesperación con su conducta agresiva y rebelde.

Según este allegado al hijo del actor, de adolescente vivió unos años muy conflictivos. “Era un tarado hace ya 15 años. Se le iba la cabeza y se pegaba con la gente”, cuenta a la publicación.

Rodolfo Sancho no podía con él

El descontrolado comportamiento de Daniel llevó a la desesperación a su padre, ahora recluido ahora en su casa de Fuerteventura a la espera de viajar a Tailandia cuando se acabe la cuarentena a la que está sometido el joven.

 

 

“Su padre estaba hasta los huevos de él”, dice este testimonio a la revista acerca del hartazgo que tenía su padre por tener que dar siempre la cara por el joven.

 

Una declaración muy parecida a la que ofreció la madre de uno de sus compañeros de clase a Telecinco: “Nadie se lo esperaba. Dani era bastante conflictivo de pequeño. En el colegio siempre estaba con problemas, siempre. De hecho, lo expulsaron, pero de ahí a esto hay un mundo. Desde que se divorciaron sus padres se empezó a comportar peor, no lo llevó nada bien y empezó a ser más inestable, pero eso no justifica para nada el asesinato que habría cometido”.

Un comportamiento que contó con la presencia de su padre para reconducirlo en todas las ocasiones: “Su padre siempre estuvo muy pendiente de él. Rodolfo ha sido un padrazo preocupado siempre de su hijo”, concluía esta mujer.