Un íntimo de Daniel Sancho se va de la lengua: hiela a la familia y a la policía

Daniel Sancho pasa sus primeros días en la prisión de la isla tailandesa de Koh Samui y, tal y como han asegurado a ESdiario fuentes próximas al caso, no lo está pasando especialmente bien.

Controlado en todo momento por un enfermero y sus todavía sólo cinco compañeros de estancia, el joven ha tenido serios problemas para conciliar el sueño y presenta un cuadro de estrés y ansiedad, del que está siendo tratado.

Ajeno a todo ello ya, dado su aislamiento, desconoce lo que se está diciendo de él en España y en Colombia, solo unos pocos conocían que Sancho y Edwin Arrienta  mantenían una relación desde hacía un año.

Ahora un amigo íntimo, inseparable de la infancia, ha hablado del hijo de Rodolfo Sancho y precisamente no lo ha hecho para descargar tensiones. Lo afirmado por este amigo es motivo de preocupación para la familia y también para la policía tailandesa porque vendría a confirmar lo que les adelantaba en primicia ESdiario: la vida del joven chef podría estar en riesgo.

Y es que este amigo dice que el caso del asesinato de Edwin “podría ser más gordo de lo que pensamos”. Así el amigo íntimo de Daniel Sancho ha hablado para la revista Semana asegura que se ha enterado de todos los detalles del asesinato en Tailandia por los medios de comunicación.

"Lío más gordo de lo que pensamos"

Pero, según él, conoce la relación que mantenían Sancho con Edwin Arrieta: “Aquí hay mucho más… Podría haber mucho dinero de por medio, pero no hablamos de cantidades pequeñas, como los 10.000 euros a los que ha hecho referencia Daniel. Estamos hablando de grandes cantidades”, dice.

“Su lío con Edwin Arrieta podría ser más gordo de lo que pensamos”, explica el amigo de Daniel a la mencionada revista y recalca, antes de hablar de su sexualidad, el lazo que les une a ambos: “Lo conozco desde que somos niños” y habla sobre los gustos personales del hijo del acto, “no es homosexual”, pese a que el propio Sancho ha reconocido haber mantenido una relación con el cirujano plástico colombiano durante un año.

Defiende y corrobora la tesis de las amenazas de muerte que recibía su amigo y explica que Daniel Sancho no podría haber cometido este asesinato por un arrebato, sino que se habría realizado a la desesperada por protegerse a sí mismo y a su familia: “Por lo que sabemos podría terminar con un problema mucho más gordo de lo que conocemos hasta ahora”, concluye esta entrevista concedida a la revista Semana.