El vidente se persona en el Viva la Vida para hacer la demostración más radical que se recuerda de sus supuestos poderes adivinatorios.
Fue uno de los personajes más televisivos y peculiares de la televisión en España de hace no demasiado y ahora ha vuelto, siquiera por un momento, a la pantalla de Emma García en 'Viva la Vida': Rappel, quizá el más célebre de los adivinos junto a la ínclita Aramís Fuster.
Su paso por el programa de Telecinco confirmó que el tiempo no pasa por su llamativo aspecto, con esas túnicas que le asemejan a una especie de monje con poderes clarividentes y una forma de hablar única: nadie habla tan en serio de cosas que para muchos son tan frívolas.
Pero resulta difícil utilizar ese adjetivo para la terrible historia que contó para, a la vez, defender sus capacidades proféticas: predijo, nada menos, la muerte de uno de sus hijos, del segundo en concreto.
Ocurrió hace muchos años, cuando sintió que "algo le iba a pasar al niño en la cabeza y Dios se lo iba a llevar antes de un año”. Y, tristemente, la profecía se cumplió. Rappel asegura que el pequeño falleció a los once meses a causa de un derrame cerebral. Poca broma, pues.