Doña Letizia se salta la "quedada" Real y levanta ampollas en Zarzuela

La foto de la Familia Real intentando transmitir una imagen de unión y armonía salpicó el pasado lunes las portadas de los rotativos nacionales pero de nada le ha servido a la reina Doña Letizia para eludir las incómodas explicaciones que tuvo que dar a la familia de su marido sobre su ausencia en el cumpleaños de la tía del rey, Doña Pilar de Borbón, que se celebró en Palma justo un día antes de que ella pisara la isla. 

El festejo se organizó con el beneplácito de Don Felipe que, según explica Paloma Barrientos en Vanitatis, está detrás de las nuevas "pautas familiares" que marcarán el devenir del verano "Real". El objetivo de Felipe VI es volver a dar visibilidad a la institución a través de una reinventada "estabilidad" familiar alejada de los Urdangarin y de paso, tener contentas a las instituciones políticas baleares potenciando la isla. 

Cuentan, sin embargo, que Doña Letizia volvió a poner el punto discordante en este plan trazado por su marido al no llevar a sus hijas el evento donde iban a ser dos de las caras más buscadas. La princesa Leonor y la infanta Sofía fueron las bajas más notables en una noche donde la puesta en escena fue uno de los puntos fuertes: Don Juan Carlos y Doña Sofía acudieron juntos en el mismo coche al cumpleaños de la Infanta Pilar. 

En cambio, la reina prefirió no formar parte del festejo y llegó junto a sus dos niñas un día después al aeropuerto de Palma de Mallorca en un vuelo turista de Air Europa procedente de la capital. Sus intentos por pasar desapercibida fuero en vano y, a pesar de que intentó salir del aeroplano de incógnito, el séquito de guardaespaldas que las acompañaban hizo difícil la labor. 

Atrás han quedado los veranos donde la única inquilina permanente de Marivent era la Reina Sofía. La presencia de la Familia Real dejará este año de ser "testimonial" en la isla y recuperará la normalidad vacacional a la que nos tenían acostumbrados o espera al menos Don Felipe.