Amenazan, en plena conexión, a un reportero de "Vamos a ver" que termina escoltado

Lo que debía ser una cobertura informativa más para un equipo de "Vamos a ver", el magacín matinal de Telecinco que presenta Patricia Pardo, terminó convirtiéndose en un episodio de extrema tensión y peligro en el que tuvo que intervenir la Policía.

Sucedía este viernes, cuando el reportero Carlos Garayoa y su cámara se desplazaron hasta Ávila para informar sobre un tiroteo entre clanes, que había dejado una persona muerta y tres heridas. Aunque ni él ni su cámara se esperaban el ambiente tan hostil que se encontraron al llegar.

Porque en mitad de la cobertura, un grupo de vecinos comenzó a increpar violentamente al equipo, que se vio rodeado por unas 50 personas. “Nos querían quemar”, llegó a decir el propio Garayoa cuando consiguió conectar con el plató. La situación fue tan tensa que los profesionales tuvieron que salir escoltados por agentes de la Unidad de Intervención Policial (UIP).

Desde el estudio, la presentadora del programa, Patricia Pardo, explicó en directo que no podían contactar con su compañero porque había sido amenazado gravemente.

Escoltados por la policía

Un rato después, Carlos reapareció en pantalla para explicar lo que habían sufrido: "Estamos perfectamente, es verdad que hemos vivido un momento de tensión, tanto mi compañero como yo nos hemos llevado un buen susto. Nosotros hemos intentado simplemente hacer nuestro trabajo, nos hemos acercado al hospital donde había varios familiares de las personas heridas por el tiroteo".

"Nos hemos ido hacia la zona donde se produjo ayer el tiroteo y cuanto hemos sacado la cámara se han vivido momentos de muchísima tensión. Por nuestra propia seguridad nos hemos tenido que ir de allí", continuaba explicando el reportero, que además tuvo que ser escoltado por los agentes de la UIP.

Ha sido la propia Patricia Pardo, la encargada de transmitir tranquilidad sobre el estado de ambos: "En cuanto los agentes de policía se dieron cuenta de la situación, lo sacaron de allí, ahora mismo los dos están tranquilos en el coche, lo digo por la familia de los dos, no ha ocurrido nada". Y es que, como se ve en las imágenes, cerca de 50 personas llegaron a amenazar al reportero y su cámara.