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Ana Rosa protagoniza un homenaje vibrante por las víctimas de la dana: "nos quedamos con la esperanza"
Recordó en el aniversario de la catástrofe que devastó Valencia que la Zona Cero se convirtió en un espacio de recuerdo colectivo, emoción compartida y reflexión pública sobre la solidaridad ciudadana frente a la ineficacia institucional

Ana Rosa Quintana, en su emotivo homenaje a las victimas de la dana
Ana Rosa Quintana abrió su programa del 29 de octubre con un homenaje cargado de emoción y memoria, recordando la tragedia que justo hace un año se cobró la vida de 229 personas. Con tono firme y gesto contenido, arrancó con una frase que se ha convertido en símbolo de aquel episodio: “Buenos días, solo el pueblo salva al pueblo. Lo vimos escrito con barro en las paredes de Valencia hace un año. Si algo quedó claro aquel trágico 29 de octubre fue que solo el pueblo salva al pueblo”. La presentadora evocó aquellas imágenes de devastación y destacó que la verdadera respuesta ante la dana vino de los ciudadanos, no de las instituciones.
En su relato, Ana Rosa recordó que el pueblo de Valencia “abandonado por el Gobierno central y regional” se hizo cargo del desastre. “Tan solo el pueblo —añadió—. En medio del barro brotó un aluvión de solidaridad que aún tenemos en el recuerdo”. La comunicadora insistió en que fueron los propios vecinos quienes salieron con cubos, palas y botas a limpiar las calles, rescatar a quienes habían quedado atrapados y ofrecer ayuda a los damnificados mientras las administraciones tardaban en reaccionar.
Durante su intervención, la periodista hizo hincapié en el valor de quienes “sin medios ni recursos” demostraron que la unidad es más fuerte que cualquier burocracia. “El pueblo salió a las calles con cubos, palas y botas para echarse al barro”, rememoró, destacando la labor de mujeres que transformaron ruinas en refugios, de agricultores que usaron sus tractores para despejar caminos y de cientos de voluntarios que caminaron kilómetros con víveres.
El homenaje, sin embargo, no se limitó a la memoria. Ana Rosa también quiso que su discurso sirviera como una llamada de atención a los responsables políticos y mediáticos que, en su opinión, olvidan con rapidez las tragedias una vez que las cámaras se apagan. “Este programa está dedicado a la memoria de las víctimas. Viva Valencia”, proclamó al final de su editorial.
Su cierre fue una declaración de principios y un recordatorio de que la esperanza es una forma de resistencia. “Blasco Ibáñez decía que 'tenemos dos fuerzas que nos ayudan a vivir: El olvido y la esperanza'. Nosotros nos quedamos con la esperanza”, concluyó Ana Rosa, devolviendo a la audiencia un mensaje de serenidad y fuerza. En un día de luto y recuerdo, su homenaje resonó como una reivindicación del coraje ciudadano frente a la desidia política y mediática, y como un compromiso para no olvidar que, en los momentos más oscuros, el pueblo siempre se salva a sí mismo.